MARSELLA (FRANCIA), 7 Dic. (EUROPA PRESS/ Laura Caldito) -
El secretario general del Partido Popular Europeo, Antonio López-Istúriz, ha expresado este miércoles su confianza en que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, flexibilicen sus posiciones durante las negociaciones del próximo Consejo Europeo en el que se buscarán soluciones a la crisis de la deuda soberana, de manera que se garantice que pueda haber ayudas del Banco Central Europeo (BCE) disponibles para los países que cumplan las condiciones que se establezcan.
En concreto, en una rueda de prensa en Marsella (Francia) tras intervenir ante el pleno del Congreso que celebra el PPE, López-Istúriz ha asegurado que no da por finalizado el debate sobre los eurobonos. "No renunciamos y hay muchos países de la UE, países y partidos miembros del PPE, que tienen muy claro que si esas condiciones se dan, la ayuda del BCE tiene que estar disponible. Y no dejaremos de discutir sobre la figura de los eurobonos", ha afirmado.
De hecho, el dirigente 'popular' español ha asegurado que hay "muchos" países "empeñados" en que se permita poner en marcha los bonos de estabilidad aunque "lógicamente se pidan garantías". A su juicio, "si se cumplen las reglas, si hay garantías, tiene que haber ayuda por parte del BCE".
López-Istúriz ha confiado en que, aunque el plan presentado por Merkel y Sarkozy no incluye una mayor implicación del BCE, al final se pueda flexibilizar su postura. Según ha dicho, aunque "los acercamientos son complicados" y muchos líderes hacen "grandes declaraciones" la experiencia demuestra que en los Consejos Europeos "siempre" al final hay "mayor flexibilidad".
Es más, ha asegurado que tiene "máxima confianza" en la capacidad de Merkel y Sarkozy para que en las negociaciones "se flexibilicen sus posiciones". "Tengo positivismo y creo que se producirán señales, siempre y cuando se garantice que los países van a cumplir", ha insistido.
LA PROPUESTA DE VAN ROMPUY, "BUENA BASE"
A su juicio, la propuesta del presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, va a tener "muy buena acogida" por parte de los dirigentes europeos y, con las modificaciones que introduzca el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se convertirá en "una base muy buena" para que la cumbre de Bruselas llegue a buen puerto.
En cualquier caso, ha recalcado que la propuesta de Merkel y Sarkozy quiere que todos los países estén "en el mismo barco", aunque para ello "habrá que estar y firmar y comprometerse". Por ello, ha precisado, "se les va a dar a elegir a los países si quieren estar en esta nueva Europa remodelada o no", algo que "pasa por cumplir estas reglas y ser una garantía de cara a los mercados y los otros gobiernos europeos".
A su juicio, la voluntad común de todos los Estados miembros es de que este Consejo Europeo sea el "inicio" de una nueva UE, con "nuevas reglas de juego para todos", aunque todavía haya que discutir qué mecanismo se pondrá en marcha para activar estas nuevas normas. "Conviene no retardar mucho las decisiones y estamos trabajando en ello", ha dicho.
