VITORIA, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
El delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma Vasca, Paulino Luesma, afirmó hoy que "no es posible apostar por las vías políticas y no rechazar los injustificables actos de violencia" que se están cometiendo en los últimos tiempo, y aunque mostró su "esperanza" en "un futuro en paz", reclamó "prudencia y serenidad" porque "el camino hacia la paz no está exento de dificultades".
Luesma asistió hoy en Vitoria a los actos organizados con motivo de la celebración del día de los Santos Angeles Custodios, festividad del Cuerpo Nacional de Policía.
Durante su intervención, el delegado dijo que "todos los ciudadanos aspiran a vivir en paz" y que esto "debe ser un objetivo de todos", y añadió que "cualquier tipo de violencia constituye un obstáculo en el camino hacia la paz" y "va en contra de la esperanza de paz de nuestro pueblo, de nuestra convivencia democrática y en contra de nuestra sociedad".
"Las reglas de juego son paz y legalidad, y no es posible permanecer callado mientras las calles son escenario de ataques. No es posible apostar por las vías políticas y no rechazar los injustificables actos de violencia", aseguró.
Asimismo, consideró que "para conseguir el fin de la violencia, algo que no tiene precio político", el Gobierno central "seguirá trabajando, dando lo mejor de sí mismo, para que la gran aspiración de los ciudadanos, la paz, se haga realidad", y para "poder ver el fin de la violencia, la paz y la convivencia en Euskadi".
"Ese camino lo vamos a recorrer con firmeza, con la firmeza que nos da nuestro Estado de Derecho, en el que el trabajo de los cuerpos de seguridad y de la justicia es indispensable", matizó.
En este sentido, mostró su "esperanza en un futuro en paz", pero reclamó "prudencia y serenidad" porque "el camino hacia la paz no está exento de dificultades".
NUEVOS DELITOS
Luesma recordó también que uno de los "objetivos estratégicos" de la acción de Gobierno es "establecer la seguridad de los españoles, poniendo en marcha una política de seguridad pública, cuyos elementos claves son conseguir que España sea día a día un país más seguro frente a las amenazas". "Que ningún ciudadano quede privado del derecho a estar y sentirse seguro, y del derecho a ser y sentirse libre", dijo.
Por este motivo, anunció que el Gobierno central incrementará en los presupuestos general del próximo año en un 12% los recursos económicos destinados a reforzar la seguridad ciudadana.
Además, denunció que la sociedad está conociendo "nuevas formas de delincuencia", nuevos problemas, como "la violencia de género, la explotación de la inmigración, los delitos informáticos o la pornografía infantil en internet", a los que hay que dar "una respuesta integral y especializada".
En este sentido, indicó que la creación de la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil servirá para aportar "mayor eficacia y coordinación en la lucha contra el terrorismo y el crimen", y agregó que este organismo, que fue un compromiso del PSOE en las pasadas elecciones, "no supone ninguna alteración orgánica o funcional", ya que cada uno de los cuerpos mantendrá su estructura y competencias.
El jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamies, por su parte, recordó que la obligación de la Policía "ha sido, es y será perseguir a cuantos, mediante la violencia, intentan doblegar el Estado de Derecho por el que se rige la nación española".
Asimismo, añadió que "todos queremos la paz" y que "en tanto quienes ostentan la voluntad del pueblo español no indiquen que la paz, tan deseada en esta tierra, ha llegado, las fuerzas de seguridad del Estado cumplirán con su obligación de poner a disposición de la justicia a los miembros de la banda terrorista ETA y a quienes les apoyen".