Una madre acusada de permitir abusos contra su hija niega que lo supiera y dice que no lo consentiría

Actualizado: lunes, 17 julio 2006 17:13

El presunto autor de los abusos los reconoce, dice que está "muy arrepentido" y que lo hizo desconociendo que fuera un delito

SEVILLA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

La madre acusada presuntamente de haber permitido que su hija mantuviera relaciones sexuales con un hombre de 67 años cuando tenía poco más de once años y medio negó hoy ante la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla que conociera los hechos, negando que la dejara sola con él en ningún momento y defendiendo, en cualquier caso, que no lo hubiera consentido, que lo hubiera denunciado "desde el primer día".

Así lo declaró en la vista oral celebrada hoy por el caso, a la que asistió Europa Press, vista en la que dijo que conocía al acusado de haber llevado a cabo dichas relaciones sexuales plenas con la menor desde hacía cuatro años cuando se produjeron los supuestos hechos (entre febrero de 2004 y junio de 2005); la mujer reconoció que el acusado le daba comida, medicina, ropa y otros efectos de primera necesidad y que dejaba con él a sus tres hijos --de los que la mayor era la supuesta víctima de los hechos-- cuando iba a hacer la compra.

Negó que la llevara a casa del acusado de noche, reconociendo no obstante que dormía una noche con ella y otra con su abuelo, desconociendo, como la dejaba entonces en la esquina, si la menor la engañaba y se iba a casa del acusado. Además, dijo que un día, su hija le dijo que estaba enamorada del acusado y que era su novio y que, aunque no la creyó, al ver en un bar un trato entre ambos que no le agradó se trasladó a vivir a una zona más alejada para evitar el contacto entre los dos. Sin embargo las acusaciones (fiscal y la ejercida por la Junta de Andalucía) pidieron que se leyera declaraciones realizadas por la madre ante la Policía y en los juzgados en las que hablaba de conversaciones mantenidas con el acusado en las que dejaba entrever que conocía la existencia de dichas relaciones, algo que negó hoy en el juicio, justificando que pudo decirlo por encontrarse nerviosa.

Ambos acusados fueron preguntados por la existencia de supuestos cuadernos, encontrados en la casa del acusado, en los que la niña hablaba de las presuntas relaciones; al respecto, la madre, que aseguró que nunca castigó a su hija por los supuestos hechos, dijo que no llegó a leerlos. En cuanto al acusado, que tras reconocer los presuntos hechos aseguró que está "muy arrepentido", declaró que la madre conocía lo que estaba escrito.

Además, expresó que la madre debía intuir lo que podía estar pasando porque "sólo había una cama" --ya que el dormitorio en el que a veces dormía el hermano del acusado estaba cerrado con un candado después de que éste decidiera irse a vivir con su pareja por problemas con el acusado-- "y habían tenido que quitármela de encima cuatro o cinco veces. Me buscaba y me acusaba. Si no, cómo iba a mantener relaciones con ella".

En su declaración señaló que la menor aparentaba tener más edad, que "no me dejaba tranquilo, dándome besos, roces y poniéndome la pierna por lo alto" y dijo que las relaciones duraron dos semanas. Sostuvo que se quedaba a dormir con él y que desconocía que pudiera estar cometiendo un delito, así como negó que le hiciera regalos tras mantener las supuestas relaciones, aunque sí dijo que le compró ropa cuando le hacía falta.

En la vista de hoy también declaró la supuesta víctima, a través de videoconferencia a puerta cerrada; dos forenses y el hermano del acusado, quien negó que dejara de vivir con éste por problemas derivados del caso. También se citó al padre de la menor, que no acudió, renunciando las partes a su declaración. La vista concluyó con la exposición de las conclusiones definitivas de las partes.

El fiscal, que elevó a definitivas sus conclusiones, considerando los hechos constitutivos de un presunto delito continuado de abusos sexuales por el que pide siete años de cárcel para la mujer y uno más para el hombre. Además, solicita para la acusada la pena de inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de patria potestad durante seis años y una indemnización solidaria de 6.000 euros por el supuesto daño moral causado.

Por su parte, la acusación particular, ejercida por la Junta de Andalucía, pidió diez años de prisión para el acusado y ocho para la acusada y, aunque al principio pedía 18.000 euros de indemnización, finalmente elevó la cuantía 20.000 euros.