BARCELONA 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un manifiesto firmado por el ex conseller Joan Carretero y otros ocho integrantes de ERC pide que el partido realice un congreso extraordinario antes de 11 de septiembre, para instar a la militancia a "una reflexión sobre el modelo de partido, la reorientación de la estrategia política y la renovación de la dirección".
Uno de los firmantes aseguró hoy a Europa Press que el texto se firmó el pasado domingo, en Almoster (Tarragona), y que pretende "que la dirección se abra a otras personas". Sobre la reacción que tenga la dirección ante el manifiesto, consideró que "muchos de los dirigentes no lo verían mal, aunque han de estar unidos", y no descartó que alguno se adhiera.
"PRECISAMENTE AHORA ES EL MOMENTO DEL CONGRESO".
"No pedimos nada inadmisible, sino lógico y normal" --añadió--, porque hay que acudir a las elecciones "razonados ideológicamente" y con "sistemas de comunicación con las bases" por parte de la dirección. Según dijo, "precisamente ahora es el momento" del congreso para replantear el futuro antes de las elecciones.
Además del ex conseller de Gobernación y miembro de la Federación de ERC del Alt Pirineu, firman el manifiesto Rut Carandell (ex secretaria de Administración y Función Pública de la conselleria de Gobernación), Albert Pereira (ex alcalde de la Secuita y ex director general de Administración Local), y Pere Olivé, Narcís Ribas, Xavier Estivill, Josep Maria Brú, Jaume Fernández y Pere Borràs.
Los firmantes aseguran en el texto que el "fracaso" del pacto tripartito y al "alejamiento" entre las bases y la dirección de Esquerra "justifican sobradamente" este congreso.
Para ellos, la "política errática" de la dirección de ERC en los últimos dos años ha conseguido "desperdiciar la posición política privilegiada" conseguida en el Parlament y en las Cortes. Reprochan la "timidez ante el PSC", ya que "se ha confundido la necesaria lealtad gubernamental con el seguidismo" al presidente catalán y a los socialistas catalanes.
También creen que los dirigentes "no supieron --¿o no quisieron?--" aprovechar la manifestación de febrero de la plataforma Pel Dret de Decidir, en contra del "recorte" del proyecto de Estatut.
"DEBILIDAD INFINITA" DE LA DIRECCIÓN.
El pacto estatutario entre el líder de CiU, Artur Mas, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, según el manifiesto, "tuvo la virtud de hacer evidente la debilidad infinita" de la dirección republicana, que en los meses siguientes hizo un "esfuerzo estéril" para continuar la negociación.
El texto reprocha a la dirección que optara por el "tristemente célebre" voto nulo para el referéndum, lo que fue corregido "severamente" por las bases. Y critica que optara por abstenerse en la votación del Senado, porque eso "traicionó" la opción de las bases por el 'no' y e "implicó favorecer objetivamente los intereses de los partidos del 'sí'". Por el contrario, el manifiesto cree que era mejor "desmontar el calendario del referéndum" y "hacer virtualmente imposible su celebración antes de las elecciones", y entonces "ya se hubiera visto".
Los firmantes destacan que los principales dirigentes republicanos "nunca han desmentido" que se comprometieron con los socialistas a no pedir el rechazo al Estatut, "como han afirmado destacados responsables del PSC".
Por otra parte, se defiende que ERC sea partido de gobierno, pero que eso no se convierta en una "obsesión enfermiza" por mantenerse en él, y afirma que gobernar exige rigurosidad. "Observamos con preocupación --dice el texto-- cómo, en los últimos tiempos, han proliferado en el partido situaciones de vulneración flagrante de los estatutos, privilegios personales difícilmente justificables y actitudes que pueden calificarse, como mínimo, de poco ajustadas al espíritu de nuestro Código ético".