BARCELONA 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, admitió hoy haberse sentido "en alguna medida" decepcionado por ciertos "momentos y personas" de ERC en el Gobierno catalán, entre los que citó el "viaje a Perpignan" de su líder y entonces 'conseller en cap', Josep Lluís Carod-Rovira.
En una entrevista a TV3 recogida por Europa Press, Maragall consideró que ERC entró en el Gobierno de la Generalitat "en tromba, con gran ilusión y con una gran ingenuidad, con la llave en la mano, con un viaje a Perpignan para solucionar el tema de ETA por su lado y con una gran inexperiencia".
Para Maragall, pese a la "virtud" de haber "renovado un partido que iba caducando", lo que ocurrió con ERC es que "para relanzarse tuvo que ampliarse con diversos elementos que ahora precisamente están provocando discrepancias internas muy fuertes de las que difícilmente escaparán".
RELACIÓN "A VECES FRÍA" CON MONTILLA.
El también presidente del PSC reconoció ciertas diferencias con el actual candidato de su partido a la presidencia de la Generalitat, José Montilla. Aseguró mantener con él "una relación de forma permanente" y "correcta", aunque "a veces un poco fría, porque somos caracteres muy diferentes y hay puntos en los que no hemos estado de acuerdo".
Entre estas discrepancias, Maragall señaló la ambición del proyecto estatutario que se aprobó en el Parlament de Cataluña, puesto que "algunos pueden pensar que nos pasamos de la raya". Maragall explicó que, aunque todo el mundo sabía que lo que saliera de la Cámara catalana iría más allá de lo que "previsiblemente" aceptarían las Cortes, "la reunión ejecutiva del PSC posterior a esta aprobación "fue muy fría y tensa, porque se era consciente de que teníamos la obligación de ir a Madrid y hacer pasar aquello" por el Congreso.
Maragall especificó que las "diferencias" de visión entre él y Montilla forman parte de "este nido de contradicciones de la España plural y la Cataluña autónoma", en tanto que las ideas dentro del PSC "no son totalitarias". "No tratamos de crear un ordeno y mando de este estilo, sino una fuerza política plural en la que hay matices y diferencias y expresa una voluntad común", señaló.
Por ello, se dirigió a los sectores socialistas que se sienten decepcionados con su salida de la candidatura para decirles que "trabajen con entusiasmo e ilusión" porque "encontrarán siempre un lugar en el PSC". El líder socialista recomendó al candidato de CiU, Artur Mas, "que se dedique a otra cosa" en lugar de intentar recabar el voto de estos sectores, porque "se puede hacer comedia pero no tanta".
LA BAJA DE SU ESPOSA "NO TIENE TRASCENDENCIA".
Maragall quiso también restar importancia a la baja de su esposa, Diana Garrigosa, de su militancia en el PSC, asegurando que este hecho no tiene "ninguna trascendencia". "Las decisiones de mi esposa son suyas", apuntó, y aseguró haberse enterado de su baja "en el momento en el que lo hizo".
"Me pareció que era ella, y creo que está muy relacionado con su militancia muy desinteresada y entregada al partido de Gracia", donde "formó parte de un grupo que era el dominante hasta que otra tendencia ganó y dio la vuelta a las cosas", explicó.
El presidente del PSC aseguró que deja la candidatura de su partido por voluntad propia, y que "si hubiera tenido ganas de continuar, hubiera sido muy difícil" que el partido le negara esa posibilidad.
Maragall explicó su decisión alegando formar parte de la "generación de Felipe González y Narcís Serra", que abandonaron la política activa hace ya tiempo. El presidente de la Generalitat dijo dejar su cargo "consciente de que el trabajo que tenía que hacer lo he hecho" y "tranquilo" al "saber que hemos avanzado mucho".
A partir de ahora, se mostró decidido a crear "una corriente europea" de pensamiento "dentro del socialismo catalán", para lo que apuntó la posibilidad de crear "una fundación" o simplemente "un grupo de pensamiento. "Me hace mucha ilusión pensar que hay trabajo que hacer en el ámbito de las relaciones entre Cataluña y España, por un lado, y con Europa por otro, y en el ámbito euromediterráneo", señaló.
SATISFECHO DE SU LEGISLATURA.
Maragall hizo un balance positivo de la legislatura que terminará con las elecciones del 1 de noviembre, al considerar que "ha retomado el tren de futuro", ha servido para "abrir puertas y ventanas al futuro, ha cambiado el tono, y sobre todo se ha hecho una gobernación más tierra a tierra".
Aunque admitió haber "fallado en muchas cosas", estimó también que "lo que pretendía hace tres años" al presentarse candidato a la presidencia "y lo que se ha conseguido es bastante parecido", pese a que han quedado cosas importantes por hacer, como "la ley territorial y la ley electoral".
El presidente de la Generalitat habló también del aplazamiento de su viaje a Senegal, que estaba previsto para el próximo 17 de septiembre, y del que dijo que "no se descarta" aún que se lleve a cabo. Maragall se negó a interpretarlo como una imposición del Gobierno central y simplemente reconoció que "es un momento delicado" en las relaciones entre España y Senegal "porque el gobierno español le está pidiendo a Senegal una repatriación", que el país africano "no parece querer admitir".