BARCELONA, 19 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, se comprometió ayer en el Parlament a "hacer todo lo posible para no hacer imposible ningún escenario de futuro" después de que el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, le instara a "no romper los puentes" con los republicanos y "hacer posibles ciertos escenarios de futuro".
En la primera sesión de control en el Parlament con ERC en la oposición, Maragall reiteró su "total" respeto hacia ERC, "su historia y su futuro", aunque citó nuevamente a Francesc Macià para reprochar a los republicanos que no hayan hecho el mismo "sacrifico" que en 1932 para la aprobación del Estatut.
"No es exactamente la misma ERC, la situación es diferente, pero no lo es tanto el sacrificio que se tenía que hacer entonces y ahora" para aprobar el Estatut, dijo Maragall. No obstante, Maragall reeditó los elogios hacia ERC por su trabajo en el Gobierno de la Generalitat y destacó que sólo el Estatut "ha hecho imposible la continuidad" de los republicanos en el Ejecutivo. "Nada de lo que ha pasado ha hecho cambiar mi valoración hacia el trabajo de ERC," aseguró.
Carod adjudicó a su partido el mérito de haber hecho posible la alternancia política en Cataluña y políticos de "cambio" en la Generalitat y denunció que se vean fuera del Gobierno "por un problema político, por no compartir la misma posición" que sus socios a la hora de "valorar y defender las decisiones del Parlament" y tener "un modelo de Estado diferente".
El líder de ERC pidió para su partido "respeto" y recomendó a Maragall que "no se apunte al castigo fácil" y la "estigmatización" de los republicanos. Carod admitió "errores" en su partido que hemos reconocido", pero recordó a Maragall que "usted también ha cometido errores".
En este sentido, recriminó al presidente de la Generalitat las "palabras injustas, inadmisibles y desproporcionadas" en las que Maragall equiparaba ERC y PP por su "fundamentalismo" ante el Estatut. Carod avanzó que ERC no entrará a "descalificar" al presidente de Cataluña y lamentó que después de años "cargando contra la Catalunya dual", ahora se reproduzca el debate.
Desde CiU, Artur Mas recordó a Maragall que la oposición de ERC al Estatut era un "secreto a voces" que hacía imposible su continuidad en el Gobierno incluso antes de la remodelación del Gobierno anterior y aseguró que cualquier persona con sentido común" lo hubiera percibido. "Fue el último en enterarse", le dijo a Maragall.
Por contra, Maragall insistió en que el voto nulo que inicialmente planteó la dirección de ERC "no era un no" y justificó su tardanza a la hora de tomar la decisión de cesar a los consellers republicanos por la "máxima comprensión ante las dificultades de ERC para hacer compatible su posición moderadamente crítica ante el Estatut y el avance de las negociaciones en las Cortes" que acabó conduciendo al 'no' de los republicanos.
El líder de CiU insistió en la necesidad de aclarar a la ciudadanía que el día 18 de junio "sólo se vota el Estatut" y pidió al presidente de la Generalitat que confirmara "solemnemente que habrá elecciones en otoño". Maragall no dio fecha pero sí aseguró que los comicios autonómicos serán "antes de acabar el año, sin duda".
Hasta entonces, Maragall garantizó que la "velocidad de crucero de la gobernación no se verá alterada" y aseguró que velará por el cumplimiento de los compromisos en educación y políticas sociales, se mantendrá el ritmo inversor y la ejecución de infraestructuras, y la agenda legislativa "no se debería ver paralizada del todo".
Maragall insistió en que su prioridad es la aprobación del Estatut en referéndum, en el que el Gobierno hará una "campaña rotunda por el 'sí'", y su "fijación" es "gobernar con eficacia" hasta que de por concluida la legislatura. Maragall aseguró que toda la maquinaria del Gobierno estará al servicio de promover la participación y cifró en 11,4 millones de euros el coste de las campañas institucionales del Gobierno y las ayudas a los partidos --que se sitúan en los 4,4 millones--.
Desde ICV-EA, Joan Boada, pidió a Maragall que se deje de "marear la perdiz" con el calendario electoral y "cambios partidistas" al frente de las futuras candidaturas electorales y evitar "mezclar discusiones que estorban" en el objetivo de lograr una victoria del 'sí' en el referéndum. Boada reafirmó el apoyo de su grupo al "Gobierno catalanista y de izquierdas", pese a la salida de ERC y apeló a la "coherencia y la responsabilidad" de los republicanos para que el despliegue del programa del tripartito "no se pare".
