BARCELONA, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de CiU, Artur Mas, agradeció esta tarde al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, que renuncie a la reelección "dejando paso" a una "nueva generación" que "era necesario hace tres años y todavía más ahora". Mas no quiso hacer comentarios sobre la más que probable candidatura de José Montilla y se limitó a asegurar que CiU, "después de superar pruebas muy duras, se siente preparada para enfrentarse a cualquier candidato".
En rueda de prensa, Mas señaló que con el anuncio de Maragall "se abre una nueva etapa que requiere elecciones pronto para disponer de un gobierno con el aval y la legitimidad del pueblo de Cataluña". Mas eludió explícitamente hacer de jefe de la oposición y se centró en destacar las "partes buenas" de la decisión de Maragall, aunque sí le pidió formalmente que hasta la convocatoria de elecciones "tenga una posición neutral e institucional".
Para Mas, "no es momento ni de crítica ni de elogio protocolario, tampoco de confrontación" y aseguró que "tiempo habrá en los próximos meses de contrastar civilizadamente programa, proyectos, modelos, ideales, estilos, personas y liderazgos". En este sentido, garantizó que, en el caso que Montilla sea el candidato del PSC, "nunca se hará cuestión de principio del lugar de nacimiento de nadie".
NO HAY ADVERSARIO PEQUEÑO.
Según Mas, CiU "se siente especialmente preparada para poder enfrentarse a cualquier candidato del PSC, desde la absoluta modestia, humildad y respeto a cualquier candidato que ponga el PSC al frente, se llame Maragall, Montilla o como se llame".
Mas quiso evitar euforias entre la militancia de CiU y avisó que "ningún adversario es pequeño" y recordó que "el reto de tener una presidencia fuerte, un liderazgo claro y un gobierno cohesionado y con proyecto requiere trabajar duro y ganarse la credibilidad del pueblo de Cataluña".
El presidente de CiU hizo especial hincapié en resaltar que Maragall ha decidido no optar a la reelección como "colofón de una larga y densa trayectoria política y personal", tras "20 años en primera línea, 15 como alcalde, 4 en la oposición y 3 de presidente". En este sentido, resaltó que pese a la "presidencia casi efímera", Maragall lleva "muchos años de dedicación y protagonismo políticos" y lo equiparó a Jordi Pujol en su aceptación de que "ha llegado la hora de ceder paso".
"Entiendo que el presidente Maragall hace un buen servicio a su partido y a Cataluña. Deja paso" y permite "un relevo generacional que era necesario hace tres años y todavía más ahora" y que el tripartito truncó, a juicio de Mas.
Para Mas, "es la hora del relevo, también generacional. De pasar página, tomando todo lo de bueno que ha acumulado la política catalana en 25 años, pero también de abrir una página nueva para encarar el futuro con nuevos estilos, liderazgos y nuevas formas de gobierno". Una etapa de la que la generación de Maragall "ya no puede ser protagonista", dijo.
EL COMPROMISO DE CiU.
Ante el nuevo panorama político, Mas aseguró que en CiU están "ilusionados y preparados para someternos al veredicto del pueblo de Cataluña". "Hemos pasado pruebas duras, muy duras, en los últimos años y las dificultades han reforzado nuestro compromiso, renovado nuestras ilusiones y reafirmado nuestras convicciones para poder hacer un buen servicio a Cataluña con fidelidad a las instituciones, profunda estima para nuestro país y con el compromiso de que Cataluña pueda disponer de una presidencia fuerte y con el liderazgo que requieren los nuevos tiempos", apostilló.
Tras tal declaración de principios, Mas rehusó hacer comentarios sobre la hipotética candidatura de Montilla por no estar "confirmada" y manifestó su "respeto a la decisión que pueda tomar el PSC".
Mas atribuyó a Maragall en exclusiva la decisión de no optar a la reelección y aunque no quiso dar más detalles aseguró que "tiempo habrá de dar nuestra opinión" sobre "cómo se ha llegado a esta situación". Tampoco quiso hacer comentarios sobre la posible reedición del tripartito y se limitó a señalar que "hay más días que longanizas" para hablar de temas colaterales.