BARCELONA, 13 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, pidió ayer a los catalanes que "hagan el favor, sean conscientes de la responsabilidad" que tienen y voten 'sí' en el referéndum del Estatut del próximo día 18 de junio. Maragall descartó la victoria del 'no' que piden ERC y PP porque sería "un desastre que no sucederá" pero admitió que la decisión de los republicanos de oponerse al texto es "un incentivo" que hará aumentar la participación.
En una entrevista en TV3, Maragall descartó que la gente acuda a votar en el referéndum animado por el interés de castigar o premiar al Gobierno de la Generalitat después del cese de los consellers de ERC, pero admitió que "el hecho de que haya una contradicción importante, con dos bandos claramente enfrentados", hará que haya una mayor participación: "habrá más noes, pero también más síes".
Maragall señaló que el PP dice 'no', "pero representa una parte relativamente pequeña" de la población catalana, mientras que el 'no' de ERC garantiza que "haya una mayor participación". El presidente de la Generalitat se negó a augurar porcentajes pero sí insistió en que habrá más gente que irá a votar "de la que habíamos imaginado hace un tiempo".
"Será un referéndum muy apasionante", garantizó. Maragall apuntó que "un sí pequeño no sería suficiente" para dar legitimidad política al referéndum y, descartada la victoria del 'no', sostuvo que "la pregunta es si se producirá un resultado rotundo, que es lo que hace falta".
Maragall dio por segura la presencia reiterada del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la campaña, pero también descartó que se celebren actos conjuntos de los partidos del 'sí', CiU, PSC e ICV, tal y como había propuesto el líder de CiU, Artur Mas.
Según Maragall, "normalmente en una convocatoria de estas características no se da esta actividad multipartidista" y señaló que supone que el PSC "hará su campaña". "Me extrañaría" que hubiera mítines conjuntos y "creo que no pasará", añadió.
CAMPEONES DE LA 'CHAMPIONS' DE REGIONES
Maragall se empleó a fondo para defender las bonanzas del nuevo Estatut y, mirando a la cámara, aseguró que el texto es "la ley propia más avanzada de Europa" sin comparación alguna. "De la 'champions' de las regiones europeas, somos los campeones", sentenció.
Para Maragall, los catalanes "tienen que decir si este Estatut les interesa o no" y aseguró que siendo "la gran mayoría de los catalanes ambiciosos pero realistas" admitirán que se trata de "un paso adelante tan formidable que difícilmente nadie podrá argumentar con términos que la gente entienda que esto es un paso atrás".
"Somos una nación en el Estatut, hemos logrado que prácticamente el 20% de inversiones del Estado se hagan en Catalunya", detalló, y destacó el papel determinante del Gobierno del PSOE. Reconoció que "hay temas sobre la mesa que finalmente se resolverán" como la creación de un fondo de rescate de peajes o el traspaso del aeropuerto de Barcelona.
En este sentido, justificó las reticencias a la transferencia por la situación de "absoluto endeudamiento" de AENA. No obstante, aseguró que "lo tendremos" y con el papel decisivo de la Generalitat en la gestión.
LA REEDICIÓN DEL TRIPARTITO
Por otro lado, Maragall, aseguró "no saber" si será candidato del PSC en las próximas elecciones catalanas que se celebrarán antes de acabar el año pero sí dio por hecho que el pacto tripartito se reeditará "con otro formato o nombre", pero "la experiencia de Gobierno seguirá".
El presidente de la Generalitat restó importancia a esta situación, que se deberá afrontar tras el referéndum y apostó por "centrar las cosas en las que estamos". "No tenemos las elecciones por delante", sino el referéndum. "Ese es el tema", dijo y pidió que "no se pongan cosas sobre la mesa que puedan distraer a la gente".
Añadió que "lo que pueda pasar en el siguiente mandato dependerá de las elecciones y éstas de lo que pase en el referéndum", pero insistió que "es la hora de los ciudadanos, de que digan 'sí' o 'no'" al Estatut.
No obstante, sí se mostró convencido de que el tripartito se reeditará aunque intentó evitar pronunciarse para no "poner palos en las ruedas a que pase", más aún cuando acaba de cesar a los consellers de ERC y los republicanos aseguran que no harán presidente nuevamente a Maragall.
El presidente catalán aseguró no tener un "impedimento absoluto, una predisposición negativa" para repetir el sistema de gobierno, "ni siquiera cuando acabamos de romper el primer tripartito". Según Maragall, Cataluña "ha de seguir por esta vía" tras 23 años de "nacionalismo moderado" de CiU que "ha hecho lo que tenía que hacer" pero "menos que nosotros en dos años".
Maragall dio por hecho que "la población de Cataluña que nos votó volverá a votarnos y con más diferencia" respecto a CiU y "esta experiencia de Gobierno seguirá con otro formato u otro nombre". En este sentido, consideró "muy difícil" un pacto postelectoral entre PSC y CiU.
Según Maragall, el tripartito ha resultado eficaz pero "le falta legitimidad", la fórmula "se tiene que hacer mayor" y aseguró que en las próximas elecciones se revalidará una "fórmula de gobernación diferente al nacionalismo". El tripartito, dijo, "volverá a levantar expectativas".
UN GOBIERNO "MÁS DELGADO"
El presidente catalán, también señaló ayer que el nuevo Gobierno de la Generalitat, que estará trabajando el próximo martes, será "más delgado" y "cumplirá con sus obligaciones hasta el final del mandato, que será antes de lo previsto, y lo hará con energía". Maragall explicó que está "trabajando y hablando" con las personas con las que tiene "que hablar" y rehusó dar detalles sobre la nueva estructura y composición del Ejecutivo.
Aunque apuntó que, a día de hoy, no puede decir "exactamente quienes serán los nuevos consellers", ni tampoco si la 'conselleria primera' quedará vacante, "hasta que todo esté atado y bien atado".
Sí admitió que "algunas competencias se pueden agrupar" para hacer un Gobierno "más delgado", aunque tampoco concretó las áreas en las que se pueden crear 'macroconsellerias', tal y como era su pretensión el pasado octubre cuando intentó sin éxito llevar a cabo la remodelación del Ejecutivo.
Según Maragall, en los contactos que está llevando a cabo no está teniendo dificultades para encontrar sustitutos a los consellers de ERC y apuntó que "ser conseller, aunque sea por unos meses, es un honor y una responsabilidad muy grande". "No nos podemos equivocar con esto", apuntó.
Sobre los efectos que puede tener la renuncia de los más de 200 cargos de ERC en las diferentes consellerias, admitió que es un problema pero apuntó que "el grueso el Gobierno es el mismo y la dinámica se impone sobre dificultades de consellerias concretas".
Así, admitió el "golpe" que supone la renuncia de 30 cargos en la conselleria de Educación, pero aseguró que "no es ninguna dificultad insuperable, ni mucho menos" para iniciar el curso con normalidad.