MADRID 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP, Josep Piqué, interpreta la renuncia de Pasqual Maragall a ser de nuevo candidato del PSC a la Generalitat como el resultado de la "presión" para que renunciara que ha recibido del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. A juicio del dirigente 'popular', el presidente se comprometió a ello con Artur Mas cuando ambos acordaron la reforma del Estatut en una reunión en La Moncloa.
"Mi intuición me dice que estuvieron hablando de eso y que Zapatero se comprometió con Mas a ejercer la máxima presión posible para que Maragall tomara esa decisión. Hubiera o no pacto, esa presión del presidente sobre Maragall me parece a todas luces evidente", expuso Piqué en declaraciones a los medios de comunicación en el Senado.
El presidente del PP en Cataluña no quiso juzgar la labor de Pasqual Maragall en la Generalitat ni su trabajo personal, pese a las críticas, porque "hoy no toca, como se dice en Cataluña". "Es el día de expresar unos sentimientos hacia la persona, los deseos de la mejor suerte para el señor Maragall, y también de agradecerle todo lo que desde la buena voluntad ha hecho a lo largo de su dilatada vida política", expuso.
Josep Piqué sí expresó sin embargo sus críticas al que se perfila como el sucesor en el PSC, el actual ministro de Industria, José Montilla, "el arquitecto del tripartito y el máximo responsable de los dos años y medio de desgobierno que hemos sufrido".
"Sería un pésimo presidente, ha tenido la responsabilidad de hacer una de las campañas más sucias que yo recuerde en la historia democrática de España, intentando enfrentar una Comunidad con una fuerza política, el PP", afirmó, para añadir que no puede ser aspirante a la Generalitat "una persona que divida, fracture y enfrente territorios con fuerzas políticas".
ESCENARIOS TRAS LAS ELECCIONES
Josep Piqué calculó ante los periodistas que las elecciones pueden producirse el día 22 de octubre, puesto que Pasqual Maragall ha anunciado la disolución del Parlamento catalán a finales de agosto y deben transcurrir 54 días.
Añadió que tampoco le inquieta la fecha sino los "nuevos escenarios" que puedan abrirse tras las urnas. "Dependerá de la aritmética parlamentaria. La voluntad del PSC es reeditar el tripartito; si dependiera de la voluntad del PSOE y del presidente del Gobierno, se cumpliría el pacto del señor Zapatero con el señor Mas de establecer lo que se llama la sociovergencia", agregó.
Esta última hipótesis, a su juicio, es poco probable porque "supondría la subordinación de la estrategia política del PSC a la del Gobierno de España y el PSOE". La alternativa en la que volvió a insistir Piqué es un acuerdo CiU-PP "si la aritmética parlamentaria lo permitiera".
"Cualquier otro escenario, incluido un pacto entre Convergencia y Esquerra, después de todo lo que ha sucedido, lo veo realmente difícil. Buena parte de la campaña se va a centrar en esos escenarios", zanjó.