MARBELLA (MÁLAGA), 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
Representantes de Izquierda Unida en Málaga iniciaron esta mañana un encierro en el Ayuntamiento de Marbella, en espera de que mañana el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía traslade la petición formal al Consejo de Ministros para que se proceda a la disolución del Consistorio.
El coordinador provincial de IU, José Antonio Castro, señaló que "hoy vamos a estar aquí en el Ayuntamiento y esperamos que mañana no tengamos que seguir, porque comience ese proceso de disolución".
En este sentido, precisó que, aparte del encierro pacífico, "vamos a seguir presionando a las autoridades para que esta disolución sea efectiva", y recordó "a todas aquellas personas anónimas que durante la última década han estado luchando muy solas en Marbella, presentando denuncias y viéndose de alguna forma coaccionados".
Así, expresó su sentimiento de "alegría" ante el posible inicio de la disolución, aunque precisó que "llega tarde, porque son más de 10 años dejando encima de la mesa los elementos objetivos que respaldaban dicho proceso".
Además, señaló que se produce "de manera cobarde, porque no podemos olvidar que los poderes competentes se han visto obligados por la acción de la justicia".
Castro indicó que ahora interesa que "no haya interpretaciones interesadas de la ley", al destacar que "estamos escuchando mucho al PP y bastante el PSOE con interpretaciones que le vengan bien de cara a unas posibles elecciones".
También manifestó su preocupación sobre la posibilidad de que haya un intento, con la futura gestora, "de imponer una ley de punto final", considerando que este órgano "se tendrá que dedicar exclusivamente a gestionar de manera transparente y poner los cimientos para que los futuros equipos de gobierno empiecen a sanear desde el punto de vista económico y jurídico".
"Por eso vamos a jugar el papel de intermediación entre el mundo político, al que pertenecemos y que va a poner en marcha el proceso, y la gestora con la sociedad civil, para que la transparencia sea real", aseguró.
Por su parte, el coordinador local de la formación, Enrique Monterroso, afirmó a su entrada en el Consistorio para iniciar el encierro que "en política no se ponen a disposición los cargos, en política se dimite", en referencia a la decisión de los ediles actuales del equipo de gobierno.
Para Monterroso, los concejales quisieron decir "que ellos son los buenos de los malos" y señaló a Europa Press que el objetivo era "lavar su conciencia".
"Para gobernar hace falta un mínimo de capacidad y al alcalde en funciones, Tomás Reñones, le pesa mucho la conciencia, porque todas las miradas van hacia él y no se atreve a dimitir", aseveró.
Por último, un ex trabajador del Consistorio, Antonio Castaño, que también participa en el encierro, dijo que antes de la llegada del GIL "todos los trabajadores eran contratados por concursos públicos, sin enchufes de ninguna clase", pero añadió que "este señor, para poder llevar a cabo sus fines, creo empresas paralelas, lo que no debería permitir la ley".
