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BARCELONA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha acusado este viernes al Estado de "intentar apropiarse" de instituciones clave para la gobernabilidad de Cataluña como la Sindicatura de Cuentas y el Síndic de Greuges, lo que considera un ataque al autogobierno.
Lo ha dicho en la toma de posesión de Jaume Amat como síndic mayor de Cuentas, donde Mas ha precisado que este intento de apropiación no es nuevo, pero ha criticado que en los últimos tiempos se ha manifestado con "mucho ímpetu, vehemencia y de manera impropia".
Ha defendido que Cataluña ha logrado formar durante años sólidas "estructuras de Estado" como las dos sindicaturas, la Comisión Jurídica Asesora, el Consell de l'Audiovisual y la Oficina Antifrau, y el objetivo inmediato es configurar una estructura de Estado pendiente: la hacienda propia catalana.
Mas ha destacado que, si Cataluña decide convertirse en un Estado, con estructuras como estas "una parte del trabajo ya estará hecho"; además, instituciones como el Consell de l'Audiovisual y la Oficina Antifrau son innovadoras porque no tienen réplica en la estructura institucional del Estado.
El presidente acusa al Estado de convertir la crisis en "la excusa" para recentralizar y vaciar de competencias las autonomías, lo que considera impropio de un país que se cree de verdad la descentralización territorial e institucional.
Más allá de las críticas formuladas, ha dicho que estas estructuras de Estado también deben servir para que Cataluña pueda combatir un "cierto déficit de calidad" en la transparencia de sus instituciones y mejorar la confianza de los ciudadanos hacia ellas.
También ha dicho que la ley de transparencia que tramita el Parlament "va por el buen camino" y debe servir para situar Cataluña en los niveles de acceso a la información pública y calidad democrática propios de las democracias con más prestigio.
EN DEFENSA DE LA INSTITUCIÓN
El síndic mayor de Cuentas, que ha renovado su mandato al frente de la Sindicatura por otros tres años, también ha expresado su "desacuerdo con las tesis del Estado cuando propone prescindir de órganos" como el que él lidera.
Además, ha reprochado al Estado que se escude en un presunto ahorro económico cuando aborda la supresión de algunos organismos, ya que, a su juicio, lo que cuesta la Sindicatura debería contemplarse como una inversión en favor de la transparencia, no como un gasto prescindible.
Amat, que ha recordado que este año la sindicatura cumple 30 años, ha reivindicado la larga tradición catalana de órganos fiscalizadores de la cuentas públicas y que tienen orígenes anteriores a la estructura constitucional actual del Estado.
También ha expresado algunos de los objetivos en este nuevo mandato: aumentar el número de informes sin reducir la calidad; mejorar la presentación de los trabajados expresando la opinión con claridad; utilizar todos los mecanismos al alcance para que sus recomendaciones sean puestas en práctica, y "denunciar cuando haga falta" las entidades que actúen de forma fraudulenta.
