BARCELONA, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El candidato de CiU a la Presidencia de la Generalitat, Artur Mas, apostó por que el próximo Gobierno cree "un sello de calidad" a las políticas catalanas, especialmente las sociales, como la única forma para que Catalunya "recupere el prestigio y la confianza" que ha perdido del resto del Estado en los últimos años. "Antes no nos entendían pero nos veían incluso con cierta envidia, pero ahora ni nos entienden ni nos tienen respeto", afirmó.
Mas se mostró convencido de que "ya no sirven" las "grandes operaciones de imagen" con conferencias y exposiciones, como la que el último Gobierno de CiU realizó con la muestra itinerante por España 'Catalunya, tierra de acogida', y abogó por "poner un sello de calidad a todo lo que sale de Catalunya", tanto en las políticas económicas como, especialmente, "en las políticas sociales".
"Porque la calidad interna del país que se mide por los kilómetros de carreteras y por los servicios públicos que ofrece, pero la más importante y auténtica forma de medirles por su vocación de dedicarse a las personas que realmente lo necesitan", afirmó.
Mas comió hoy con unas mil mujeres que lo recibieron hasta con besos y arrumacos, algunas de ellas, y que no se abstuvieron de corear 'Mas president' cuando subió al estrado. Un almuerzo que el mismo candidato definió como "el más numeroso y además el más imaginativo" de toda la campaña por la forma en que las mujeres le recibieron y le despidieron, lanzando al aire las servilletas de tela blanca con las que habían comido.
"¡SUERTE QUE HE TRAÍDO A MI MUJER!".
En un discurso de lo más desenfadado y bromista, Mas se reconoció "impresionado y abrumado por tantas mujeres", ante las que dijo sentirse "solito como un gorrioncillo". "¡Suerte que he traído a mi mujer!", añadió enseguida, explicando que su esposa, Helena Rakosnik, había decidido finalmente acompañarle diciendo "por 300 no voy, pero con más de 700 no te dejo solo".
El candidato de CiU parecía estar más ingenioso que de costumbre, pero la mayor parte del trabajo lo hacía un público, tan totalmente femenino como absolutamente entregado, al que Mas no pudo dejar de agradecer su cariño reiteradamente y al que dedicó gestos de deferencia que provocaron más de una ovación: "Como dice siempre mi mujer cuando le dicen que detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer, ella responde 'detrás no, al lado'".
A las mil mujeres, Mas les pidió su contribución para crear esa "oleada" de voto nacionalista hacia CiU "que evite que el tripartito -que en un arranque simpático hoy rebautizó como el 'trist-partit' (triste-partido)-- vuelva a sumar mayoría".
En la comida, que se celebró bajo el lema 'Igualdad, igualdad, igualdad, igualdad', participaron, además de su esposa, la madre de Mas y también la esposa del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, Marta Ferrussola.
La número dos de la lista por Barcelona, Núria de Gispert, presidió el acto junto a Mas para destacar que "de todas las comidas que se han hecho es el más importante en número y calidad", en tanto que las mujeres representan el 51% de la población. "nuestro voto vale muchísimo y la influencia que tenemos sobre el voto también", advirtió.
Acompañaban en la mesa al candidato la delegada territorial de la ONCE en Catalunya, Teresa Palahí; la diseñadora Sira Murt; la escritora Marta Pessarrodona; la empresaria Magda Ferrer Dalmau; Marta Rota, de Tot-hom; Eugenia Tusquets, de Pintoca; Tyn Campos, de la Asociación de Mujeres Empresarias; Anna Riera, de Can Riera; y Misericordia Borràs, del bufete Garriga.