BARCELONA, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El candidato de CiU a la Presidencia de la Generalitat, Artur Mas, se mostró hoy convencido de que la federación nacionalista se encuentra en un momento en el que "podría ganar y con una ventaja bastante importante", suficiente para gobernar sola, igual que le ocurrió "a José Maria Aznar en 1996 y a Jose Luis Rodríguez Zapatero en 2004", quienes "ganaron sin mayoría absoluta pero pudieron gobernar solos".
"¿Si podemos tener un gobierno de CiU, por qué lo hemos de tener con el señor Montilla y el PSC?", preguntó Mas, durante un desayuno del Foro Nueva Economía, apuntando así su preferencia por gobernar en solitario, si es posible, frente a la llamada 'sociovergencia',
Mas señaló que si CiU y PSC estuvieran "en un punto como pasó en Alemania, en el que los dos grandes partidos y máximos adversarios están empatados, no quedaría más remedio" que la 'sociovergencia'. "Pero no estamos en este punto", sino "en un punto en el que CiU puede ganar y con una ventaja bastante importante", apuntó.
Pese a negarse siempre a comentar las encuestas, Mas apuntó hoy que "estamos en el punto en el que el tripartito podría no sumar siquiera aritméticamente" y reclamó "un último esfuerzo" a sus votantes para acabar de hundir las posibilidades de las fuerzas de izquierda de reeditar su mayoría.
Mas apostó así por formar Gobierno en solitario aunque no consiguiera la mayoría absoluta, remarcando su "capacidad de pacto e interlocución" con el resto de fuerzas en el marco del Parlament de Catalunya, al estilo de las alianzas parlamentarias con las que gobierna el actual Ejecutivo del PSOE.
"Sé que todas las especulaciones están abiertas, pero tenemos la sensación de que con un poco más de esfuerzo y de empuje incluso anulamos la capacidad aritmética de que el tripartito vuelva a sumar", afirmó Mas.
Además, señaló que, en caso de que sumara, ahora "el partido grande tendría menos peso (PSC) y el pequeño más (ICV-EUiA)", lo que conllevaría "menos cohesión y liderazgo", por lo que reclamó un último esfuerzo a los votantes para evitar que las fuerzas de izquierda sumen.
Mas alertó de que "el juego de condicionar a CiU" con el voto a otros partidos, "que se ha hecho otras veces" en las urnas, "es hoy un juego suicida". Para Mas, "cualquier voto que no sea a CiU debilita el gobierno que salga del 1 de noviembre". "Y sabemos lo que significa un gobierno débil, de partidos que compartimentan el gobierno de la Generalitat" repartiéndose los departamentos por partidos, añadió.
En un desayuno con empresarios y representantes del mundo económico, el candidato de CiU recordó que "el año que viene hay que negociar el sistema de financiación" con el gobierno central, para lo cual "hace falta un gobierno con capacidad de interlocución con el Gobierno español".
Mas reconoció que el de su campaña es "un lenguaje provocador", pero "nadie puede decir que no sea claro" y de propuestas concretas. En este sentido, señaló las propuestas de CiU en materia de inmigración para destacar la necesidad de "ideas nuevas" en este campo que, aunque pueden resultar polémicas, ofrecen una solución.
EL PELIGRO DE LA EXTREMA DERECHA.
El candidato de CiU alertó de que "en los lugares en los que la gente no entiende a los políticos" y "los políticos no saben lo que hacen" y no aciertan a gestionar este fenómeno, es donde "acaban sobresaliendo los partidos de extrema derecha". "Alguien en estos temas ha de empezar a hablar un poco claro" porque "seguimos hablando en base a frases hechas y al final la gente no nos entenderá", advirtió.
Por eso, llamó a "superar ideas preestablecidas que ya no dan más de sí" y apostar por nuevos métodos para "incentivar la voluntad de integración" de los inmigrantes en la sociedad de acogida, como la del sistema de créditos que plantea CiU, al considerar que "si una posición como esta no se puede decir vamos muy mal".
Mas puso el ejemplo de países como Dinamarca, que "están condicionando el subsidio de desempleo a que los inmigrantes aprendan el danés", un tipo de política de integración por la que también están apostando "holandeses, británicos y alemanes", porque "es un discurso que no va contra nadie sino contra ideas preestablecidas".
El candidato de CiU habló también de las relaciones entre Catalunya y el resto de España, que apostó por reconstruir "haciendo bien las cosas desde Catalunya".
"Si pensamos que con operaciones de imagen conferencias y exposiciones mejoraremos la imagen de Catalunya en el resto de España vamos equivocados", alertó, señalando la inutilidad hoy en día de operaciones como las, operaciones como las que hizo el último gobierno de CiU con su exposición itineraria por los pueblos de 'Catalunya, tierra de acogida'.
"No lo conseguiremos a base de hacernos los simpáticos, sino haciendo las cosas bien desde Catalunya. No nos entenderán bien del todo pero nos volverán a respetar", concluyó.
