BARCELONA, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de CiU, Artur Mas, auguró hoy que "los dirigentes de ERC rebajarán de una manera muy importante su perfil nacionalista", aunque retiren ahora las banderas españolas de las consellerias que dirigen, lo cual consideró "pura gesticulación". Se preguntó "qué es más importante: retirar una bandera española de un edificio o hacer presidente de la Generalitat a un miembro de la Ejecutiva del PSOE", algo en lo que vio una "contradicción flagrante".
Según Mas, "sacar una bandera permite un titular y es una gesticulación excitante, pero no tiene nada que ver con el trabajo que debe hacerse desde la óptica catalanista", en un lugar "donde hay que poner un ladrillo cada día, y un ladrillo muchas veces anónimo".
CEO: DECEPCIÓN DE LA POLÍTICA
En una entrevista de Com Ràdio recogida por Europa Press, Mas quitó hierro al barómetro político que publicó este lunes el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) de la Generalitat, aunque ponga a CiU por delante del PSC tras las elecciones.
El líder convergente dijo que la situación "está tan removida que en estos momentos es imposible llegar a conclusiones ciertas" aparte de "la conclusión evidente: la del 1 de noviembre", en que CiU fue el partido más votado pero ahora no gobierna, lo que "crea confusión".
Artur Mas destacó que la preocupación por la situación política ocupa el tercer lugar de los problemas sociales según los ciudadanos, tras la vivienda y la inmigración. Interpretó que el tripartito "ha hecho mucho daño desde el punto de vista de la credibilidad política, y nadie ha sido capaz de darle la vuelta a este descrédito de la política".
En este sentido, justificó la estrategia de campaña de CiU, con el polémico DVD electoral y sus compromisos ante notario: "Éramos conscientes del fuerte descrédito de la política, y aquí no nos equivocamos" --dijo--, y la candidatura hizo "cosas que rompiesen este clima de falta de credibilidad, y una forma de intentarlo era hablar y comprometerse muy claro".
Mas admitió que CiU ha "intentado" dar la vuelta al "descrédito" de la política, "incluso con operaciones un poco osadas, basadas en el compromiso claro, el hablar claro, pero sin conseguirlo al 100%".
En cualquier caso, dijo que las elecciones y el pacto postelectoral "ya es historia". Para él, "la gente ya ha tomado muy buena nota de todo, y lo que debe hacer ahora CiU es comportarse como la primera fuerza política" y "hacer la oposición que toque hacer pero, al mismo tiempo, subrayar la propia alternativa".
