Presenta a CiU como "el mejor interlocutor con el Gobierno central" para llevar a cabo las "infraestructuras necesarias" en Catalunya
BARCELONA, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El candidato de CiU a la Presidencia de la Generalitat, Artur Mas, se dijo hoy convencido de que el "gobierno fuerte con liderazgo firme" que necesita Catalunya "no pasa ya hoy por la gran coalición" de PSC y CiU, que "estaría cargada de hipotecas, de equilibrios de todo tipo y de malos entendidos", sino que la ansiada estabilidad política está garantizada ya con "un gobierno de CiU" incluso en minoría.
A la vista de que las encuestas ofrecen una diferencia importante de escaños entre CiU y el PSC, Mas llamó a "dejar de pensar en este tipo de grandes coaliciones", que consideró "poco naturales" y que relegó sólo a los momentos en los que "no queda más remedio porque el resultado electoral es muy ajustado". "Pero cuando no es tan ajustado", como parecen indicar los sondeos, "pues un gobierno de CiU", reclamó.
Aunque reconoció que hace unos meses "parecía que la única garantía" para un gobierno "fuerte" y estable "era una 'sociovergencia'", Mas señaló que "a medida que avanza el tiempo" crece "un cambio de percepción" y "las encuestas empiezan a demostrar" que la mejor opción ya no es el pacto PSC-CiU, dadas las "hipotecas" que representan los gobiernos de coalición.
Así, Mas apostó de nuevo por gobernar en minoría, con acuerdos y alianzas puntuales en el Parlament, tal como hizo el líder del PP José María Aznar en la legislatura 1996-2000 y como gobierna actualmente José Luis Rodríguez Zapatero, convencido de que, a día de hoy, CiU "está a punto de romper la mayoría aritmética del tripartito".
RENFE E INFRAESTRUCTURAS.
En un coloquio con representantes del mundo de las infraestructuras, Mas calificó de "lamentable" el funcionamiento del servicio de Cercanías de Renfe y denunció la "falta de previsión y de sensibilidad" de la compañía ferroviaria estatal por los colapsos e "incidencias permanentes" en Catalunya.
Mas insistió en que la situación de Cercanías de Renfe y los sucesos en el aeropuerto de El Prat de este verano "son la demostración palpable de que la concentración de poder en unas solas manos", las socialistas, "acaba perjudicado gravemente los intereses de los ciudadanos".
Como solución a largo plazo, Mas propuso englobar el traspaso de la red de Cercanías que prevé el Estatut dentro de una "empresa de solvencia contrastada y con estándares de calidad y de servicio" como es Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya.
Mas habló también de peajes, tema en el que CiU propone abaratarlos, creando un Fondo de Rescate de Peajes, y crear más kilómetros de carretera libres de pago, para reclamar que "se deje de hacer demagogia" en este tema y se abandonen las "decisiones unilaterales" de la administración para buscar una política "concertada con las concesionarias".
CIU, "EL MEJOR INTERLOCUTOR CON EL PSOE".
Ante más de un centenar de empresarios y responsables de infraestructuras en el World Trade Center, Mas presentó a CiU como "el mejor interlocutor con el Gobierno central" para negociar el aumento de la inversión estatal en infraestructuras en Catalunya, y como el único que ofrece la "clara voluntad de hacer las infraestructuras que son necesarias" en Catalunya.
Este eventual Gobierno de CiU sería el que llevaría al Parlament un "plan de infraestructuras" para tratar de consensuar los proyectos prioritarios para Catalunya en los próximos 20 años, de forma que "un nuevo cambio de gobierno no obligue a revisar de nuevo las infraestructuras en marcha". Mas reconoció que este plan no podrá aprobarse por "unanimidad", dado que el programa de CiU en infraestructuras "es totalmente incompatible con el de ICV-EUiA".
800 METROS DE METRO EN 3 AÑOS.
Mas apostó por, a partir del 1 de noviembre, "recuperar el tiempo perdido" por el tripartito en materia de infraestructuras, campo en el que el actual Gobierno, según Mas, "ha detenido más que iniciado" proyectos, y puso como "ejemplo gráfico" los "800 metros" de vía de Metro de la Línea 2 en Badalona que son "todo lo que ha licitado" en estos tres años. "En un tema en el que estaban de acuerdo, como es la promoción del transporte público, no llega a un kilómetro lo que han sacado a concurso" en todo este tiempo, señaló Mas.
Para Mas, "si en algo ha quedado claro que la fórmula tripartito no funciona es en el tema de las infraestructuras, en el que ha habido una contradicción permanente" entre los partidos que conformaban el Gobierno.
El candidato de CiU alertó también que un "tripartito bis, con una ICV-EUiA con más peso" como apuntan las encuestas, resultará aún más inoperante en este ámbito, teniendo en cuenta las contradicciones entre los programas electorales de PSC y de ICV-EUiA.
"Mientras el PSC, propone 1.500 kilómetros de autovías, el programa de ICV-EUiA dice que 'nada de cemento'; mientras PSC, y CiU también, apuesta por poner el AVE en marcha, ICV-EUiA dice que no hace falta", igual que ocurre con la línea eléctrica de alta tensión para la interconexión con Francia o del Cuarto Cinturón, proyectos prioritarios para PSC y CiU y de los que ICV-EUiA "no quiere ni hablar", señaló Mas.
Mas expuso este "panorama" para advertir que el 1 de noviembre Catalunya "se juega un gobierno con proyecto claro y que pueda tomar decisiones" o "tener un batiburrillo de partidos incapaz de hacer lo que el país necesita en infraestructuras", como definió el dilema CiU-tripartito que insiste en resaltar en estas elecciones.
Como es habitual en esta campaña, acompañaba a Mas un equipo de expertos en infraestructuras del que podría salir el próximo conseller de Política Territorial y Obras Públicas.
El hasta ahora portavoz parlamentario de CiU, Felip Puig, el diputado en el Congreso Pere Macias, el ex conseller de Medio Ambiente y diputado de CiU, Ramon Espadaler y el diputado responsable de Infraestructuras, Josep Rull, sobresalían en este grupo, que cuenta también con el presidente del Consell Comarcal del Baix Ebre y candidato a la alcaldía de Tortosa, Ferran Bel, y la responsable de infraestructuras en CDC Montserrat Candini.
