BARCELONA 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de CiU, Artur Mas, minimizó hoy la influencia del PSC y especialmente de su presidente, Pasqual Maragall, sobre el Ejecutivo del PSOE, y atribuyó a CiU el haber "fijado" el "acento catalán" del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, a través de la negociación del Estatut.
"Si el Estatut hubiera tenido que depender de la llave que algunos exhibían o de la acción del presidente Maragall, hubiéramos ido vendidos", afirmó Mas, y añadió que podía "asegurar" personalmente que "ha habido muchas discrepancias entre Zapatero y Maragall" en el debate sobre la reforma del Estatut. "Y tanto que las ha habido, os lo puedo asegurar", se exclamó, replicando las palabras del propio Zapatero que hoy aseguró haber mantenido ciertas diferencias de criterio con Maragall en el proceso.
Mas valoró también las declaraciones en las que Zapatero dijo preferir un gobierno catalán formado por una mayoría de PSC e ICV-EA, dejando fuera al socio republicano, y consideró que si el presidente español se expresa así "es porque no le debe gustar mucho el tripartito actual".
"No es sólo CiU la que cree que el tripartito catalán no funciona, ahora es también Zapatero, que no es un actor secundario, el que cree que este Gobierno no va, porque, si no, no diría esto y haría una defensa de la fórmula de gobierno que se inventó Maragall", afirmó Mas.
Como balance a dos años de las elecciones, Mas consideró hoy que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero resulta "mejor de lo que en realidad sería" porque "contrasta dramáticamente con un tripartito catalán" que "no toma decisiones" y cuyo presidente sufre una "gran crisis de autoridad".
"UN BUEN GOBIERNO PARA PACTAR EL ESTATUT".
Mas reconoció que el Gobierno socialista "ha sido un buen gobierno para pactar el Estatut", aunque consideró que "ha hecho algunas cosas bien pero también se ha equivocado en otras".
El líder de CiU destacó la "autoridad" que ha "ejercido Zapatero" para "dar la cara" y "pactar el Estatut o remodelar su Gobierno", y lo contrapuso a un presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, "con una crisis de autoridad de proporciones gigantescas" que "ha de imponer el sistema de votación porque no puede ejercer su autoridad" y al que los partidos del gobierno "no le dejan" siquiera ejecutar remodelaciones.
"El Gobierno de Zapatero no es el mejor pero es un Gobierno normal, y eso contrasta con el Gobierno anormal del tripartito catalán", afirmó Mas, y acusó al Ejecutivo catalán de "hacer pocas cosas, tomar pocas decisiones" por sus discrepancias internas "y tener un presidente sin autoridad".