Los médicos afirman que el bebé, supuestamente asesinado al nacer, no presentaba lesiones externas

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 18 diciembre 2006 15:34

SEVILLA 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los médicos del hospital Virgen de Valme, en Dos Hermanas (Sevilla) que atendieron a la joven de 28 años acusada de matar a su bebé golpeándole la cabeza nada más nacer, afirmaron hoy que la niña no presentaba lesiones externas que denotaran signos de violencia, tales como hematomas.

En la segunda sesión de la vista oral, celebrada hoy en la Audiencia Provincial de Sevilla, la médico que exploró a la niña, una vez que los efectivos del 061 la llevaron al hospital, aseveró que no tenía ningún tipo de daño visible, si bien precisó que no quiso "tocar mucho al bebé" ante la posibilidad de que pudiera "estropear cualquier prueba que sirviera al forense y al juez durante la manipulación".

Por su parte, tanto la ginecóloga como la matrona que atendieron a la madre afirmaron que la mujer presentaba desgarros en los genitales "propios de un parto que no había sido atendido" y descartaron la posibilidad de un aborto, "por el alto estado de gestación del bebé y la envergadura de las lesiones en la vagina de la madre".

Ambas testigos coincidieron en que la madre, que responde a las iniciales M.T.G., estaba "muy nerviosa y callada", aunque dijeron que es un estado normal de las parturientas. Aunque, ante su estado de "nerviosismo", al día siguiente solicitaron una visita del psiquiatra de urgencias.

Por otro lado, la madre y hermana de la joven negaron que conocieran que estaba embarazada, y que creyeron que M.T.G. se encontraba mal con dolores abdominales. Sin embargo, la ginecóloga indicó que la madre sí sabía que su hija estaba embarazada, pero que creía que "de menos tiempo, y se extrañó que se tratara de un parto y no de un aborto".

En su declaración durante la primera sesión de la vista, que se celebró el pasado viernes, la procesada aseguró que hasta 15 días antes del parto desconocía que estaba embarazada y que no golpeó al bebé, sino que este ya nació "morado" e incluso creyó que estaba muerto.

La acusada explicó que dos semanas antes del parto acudió al hospital de Valme por otras circunstancias, y que fue en ese momento cuando supo que estaba embarazada. Asimismo, afirmó que no se quedó en el hospital ni le dijo nada a su madre de su estado "por temor". La joven aseguró que, pese a su embarazo, tenía la menstruación de manera regular y que no tenía "barriga, ni mareos ni fatiga".

Así, quince días después, y estando en su domicilio, sintió leves molestias que se fueron agravando. En ese momento se dirigió hacia el baño donde, tras un fuerte dolor, comprobó que la cabeza de la niña estaba prácticamente fuera, por lo que se fue recostando sobre la pared del baño hasta dejarse caer al suelo para evitar que el bebé se golpeara al salir y no causarle daño.

Tras el parto, recostada en el suelo, la joven indicó que vio que la niña "estaba morada" y que "ni respiraba ni lloraba". Fue entonces cuando alertó a su madre, que ante la situación avisó al equipo de emergencias que se personó en el lugar de los hechos, sin que pudiera salvar la vida de la recién nacida.

Según el fiscal, M.T.G. se quedó embarazada de una relación sexual con un joven que conoció en una discoteca de Chipiona (Cádiz). La mujer, soltera y madre de un menor de ocho años de una relación anterior, "decidió no afrontar las consecuencias de su acción y ocultar el embarazo a su familia" y, siempre según el fiscal, "deshacerse con posterioridad de la criatura que esperaba".

En la madrugada del 22 de febrero de 2004 la acusada comenzó a sentir dolores abdominales en su domicilio y "pese a ser consciente del parto que se avecinaba continuó sin comunicar nada a su familia". Sobre las 10.45 horas dio a luz en el cuarto de baño a una niña "viva" que pesó 3,170 gramos y midió 50 centímetros.

Supuestamente M.T.G., tras cortar el cordón umbilical, golpeó al bebé en la cabeza, "con la intención de acabar con su vida", ocasionándole un traumatismo craneoencefálico que unido a una hemorragia produjo la muerte del recién nacido.

Por su parte, la defensa pide la libre absolución para la joven amparándose en que en los informes de los forenses no se acredita que las lesiones que presentaba el bebé son "muy poco probables" y recogen que se pudieron producir "por accidente".

La vista continuará el miércoles en la Audiencia Provincial con la declaración de más peritos.

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