SAN SEBASTIÁN/BILBAO/PAMPLONA, 7 Oct. (OTR/PRESS) -
Más claro imposible, la detención de la cúpula de Batasuna es "una declaración de guerra contra el independentismo vasco". Éste fue el contundente y nada halagüeño mensaje que ayer lanzó el único portavoz de Batasuna que queda en libertad, Pernando Barrena, que afirmó que el Gobierno central "apuesta por perpetuar el conflicto político vasco", una apuesta en la que también se encuentra el PNV. Durante la tarde y bajo el lema 'Abrir las puertas a la independencia. Viva Euskal Herria libre', miles de personas se manifestaron en las tres capitales vascas para protestar por las detenciones mientras que en Pamplona la policía disolvió un intento de manifestación de apoyo a los detenidos.
Horas antes, por la mañana, Barrena compareció ante los medios de comunicación en San Sebastián acompañado por 81 personas que aseguraban haber tenido responsabilidades dentro de la izquierda abertzale en los últimos 25 años. Entre ellas estaban el secretario general de LAB, Rafa Díez Usabiaga, así como Marije Fullaondo o Tasio Erkizia.
En su intervención, Barrena calificó la detención el jueves de los 23 miembros de Batasuna de "secuestro" y señaló que las decisiones judiciales tomadas esta semana, aludiendo además a la detención el martes del también portavoz de Batasuna Joseba Álvarez y de la dirigente de Askatasuna Oihana Agirre, "dejan más al descubierto que nunca la decisión del Gobierno español de realizar una declaración de guerra en toda regla al movimiento independentista vasco".
"El Gobierno quiere cerrar las puertas a la independencia y por ello golpea a la organización política que representa al independentismo vasco", proclamó Barrena que aseguró que el Ejecutivo de Zapatero ha dejado "clara su respuesta a la propuesta de marco democrático, una respuesta tan directa como cruda, Constitución española y represión". Además denunció que En este sentido, aseguró que, a pesar de "haber sido el representante del Estado en Euskal Herria durante los últimos 30 años" el PNV "está en esa misma apuesta de guerra".
TRES MANIFESTACIONES
Y para mostrar su rechazo a esa "declaración de guerra del Gobierno español al independentismo vasco" y expresar su apoyo y solidaridad a los detenidos, miles de personas marcharon en las tres capitales del País Vasco bajo el lema 'Independentziari ateak ireki. Gora Euskal Euskal Herria Askatuta' (Abrir las puertas a la independencia. Viva Euskal Herria libre).
En la marcha de Bilbao, que como las otras dos manifestaciones estuvo controlada por dotaciones de la Ertzaintza y de la Policía Municipal, partió desde la Plaza del Sagrado Corazón de la capital vizcaína y finalizó frente al Palacio de Justicia y junto a la sede del PNV, Sabin Etxea. También había una segunda pancarta con el lema 'Konstituzioari EZ, Errepresioari EZ. Marko Demokratiko Euskal Herriarentzat' (No a la Constitución. No a la represión. Marco Democrático para Euskal Herria).
En ella tomaron parte la dirigente de ANV Arantza Urkaregi, el histórico dirigente de Herri Batasuna Tasio Erkizia o la integrante de la Mesa Nacional de Batasuna Marije Fullaondo y al término de la misma un ciudadano anónimo leyó un comunicado que reproducía casi exactamente el mismo mensaje que lanzó Barrena pocas horas antes en su rueda de prensa. Al finar de la marcha también se recordó que se ha convocado para este jueves una "jornada de movilización" en Euskadi.
En San Sebastián la marcha partió, con idénticos lemas que en Bilbao, desde el Bulevar y contó con la presencia de miembros de la Mesa Nacional de Batasuna como Eusebio Lasa, Iñigo Balda y Karmele Aierbe, la representante de Aralar Ainhoa Beola y el representante de EHAK Joseba Zinkunegi. En este caso el comunicado final lo leyó el histórico integrante de la Mesa Nacional de Batasuna José Mari Olarra que señalo que "aunque hayan caído algunos", en referencia a los últimos detenidos y "vendrán momentos difíciles" para la izquierda abertzale, advirtió que "aunque traigan todos sus tanques no cambiará nuestra postura".
En Vitoria, la manifestación que partió de la Plaza Bilbao contó con la participación de varios cientos de personas, entre las que se encontraban Raquel Peña, de Batasuna, o Aitor Bezares, de ANV, y en ella, como en el resto también se pudieron escuchar gritos de apoyo a Batasuna y contra el Estado español y el PSOE como 'el pueblo no perdonará', 'adelante Batasuna', 'la lucha es el único camino', 'libertad para los detenidos' o 'PSOE fascista'. La izquierda abertzale también salió a la calle en la localidad francesa de Hendaya, en una marcha que en principio convocó Askatasuna para protestar por las últimas detenciones en territorio galo, aunque también se convirtió en otro acto de apoyo a la cúpula de Batasuna.
LA POLICÍA, FIRME EN PAMPLONA
En Pamplona, sobre las cinco y media de la tarde, agentes del Cuerpo Nacional de Policía impidieron una manifestación no autorizada de apoyo a los dirigentes de Batasuna detenidos. Un grupo comenzó a proferir gritos y a lanzar objetos cuando los agentes comunicaron que la marcha estaba prohibida y, ante la persistencia de la actitud, emplearon material antidisturbios.
En vista de la imposibilidad de realizar la marcha, los frustrados manifestantes, unas 300 personas, se dispersaron por todo el centro de Pamplona, especialmente por el Casco Antiguo. En su huída volcaron varios contenedores de basuras e incluso quemaron uno en la calle Caldelería. Por su parte, Askatasuna emitió un comunicado en el que calificó de aberración "aberración" que se impida protestar a la ciudadanía.
