El ministro de Justicia se estrena en el Senado rechazando reformar el Código Penal para incluir la cadena perpetua

MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, rechazó hoy en el Pleno de Senado la implantación de la cadena perpetua en el Código Penal español al ser "difícilmente conciliable con la Constitución" y defendió la "reeducación y la reinserción social" frente a las "penas de perpetuidad". Se trata de la primera vez que el nuevo titular de Justicia se enfrenta a una interpelación parlamentaria desde su toma de posesión el pasado mes tras la dimisión de Mariano Fernández Bermejo.

"Implantar la cadena perpetua es algo difícilmente conciliable con la Constitución", zanjó el ministro, quien apeló a que en 1978 los españoles "decidieron dotarse de un marco jurídico y político que expresamente aboga por la reeducación y la reinserción".

Caamaño contestaba así a la pregunta que le formuló en ese sentido el portavoz del PNV en el Senado Joseba Zubía --quien comenzó felicitando al ministro por su nombramiento--. El dirigente vasco preguntó acerca de los planes del Gobierno sobre la inclusión de la cadena perpetua en una futura reforma del Código Penal tras el debate suscitado a partir del asesinato de la joven sevillana Marta del Castillo, supuestamente a manos de su ex pareja.

"En nuestro orden constitucional no tienen cabida las penas de perpetuidad, debemos legislar de forma consciente y meditada, la comisión de un delito es un acto rápido breve y las circunstancias de la víctima y su dolor se prolongan en el tiempo", replicó el ministro. Añadió que el Gobierno es "consciente de este contexto" y aseguró que meditará sobre estos elementos, pero insistió que "esa ponderación sólo se puede llevar a cabo en el marco de la Constitución que aboga por la reeducación y la reinserción social".

"IMPROVISACIÓN POR IMPULSO"

Antes, Zubía había criticado que en ocasiones la actividad legislativa "improvisa o se aprueban leyes a impulso del momento político o dejándose llevar por sucesos o la presión mediática que se derivan de los mismos". En ese sentido, citó como ejemplo "la ley antiterrorista de 1985, creada como respuesta a las acciones de ETA y que con el tiempo se ha convertido en un saco sin fondo".

Asimismo, Zubía censuró la última reforma del Código Penal impulsada por el Gobierno que, entre sus principales medidas, incluye la figura de la libertad vigilada de hasta 20 años para terroristas y pederastas con riesgo de reincidencia una vez cumplida su pena. De hecho, Zubía recordó como el propio Consejo del Poder Judicial la ha rechazado.

A este respecto, el ministro recordó que "la reforma se encuentra en fase de consulta y debate". "El CGPJ acaba de emitir su informe y se analizarán sus observaciones para buscar un equilibrio entre la dignidad del ser humano y los bienes constitucionales", concluyó.