GIJÓN, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
La primera sesión por el macrojucio 'Pipol' en el que están imputados veinte detenidos, de los cuales dos --José Emilio Suárez Trashorras y su cuñado Antonio Toro Castro-- están relacionados con la trama de explosivos del 11-M, concluyó a primera hora de esta tarde con la declaración de cuatro de los ocho imputados que pasaron hoy ante el juez.
Uno de los acusados, Ángel M. A. Z., alegó encontrase bajo los efectos de una medicación para no prestar declaración, mientras otros dos --José Luis A. A. y Miguel Ángel M. A.-- se acogieron a su derecho de no declarar y el cuarto --Laurencio C. G-- se ratificó en las declaraciones realizadas en el juzgado. Laurencio C. G., policía local de San Martín del Rey Aurelio, está considerado el cabecilla de la banda asturiana que vendía en Asturias la droga comprada en Galicia.
Al inicio de la sesión se procedió a a lectura de la calificación del fiscal en el que se relataron los hechos y la pena solicitada para los veinte acusados, que asciende a cerca de doscientos años de cárcel en total y 1,5 millones de euros en multas para los acusados.
La primera sesión se celebró en medio de fuertes medidas de seguridad. Dentro de la sala, veinte agentes policiales custodiaban a los acusados que declararon hoy, de los cuales sólo tres están en prisión. Entre el público se encontraban los padres de José Emilio Suárez Trashorras que declarará esta semana. Trashorras se encuentra en la prisión de Villabona desde finales de la pasada semana con motivos del jucio, al igual que su cuñado Antonio Toro.
En cuanto a las declaraciones de los testigos, está previsto que el guardia civil Jesús Campillo, autor de la grabación en la que el Francisco Javier Lavandera advertía del tráfico de explosivos por parte de Trashorras y Toro, preste declaración el 7 de noviembre. Lavandera y Rafa Zohuier lo harán al día siguiente.
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