Montilla aspira a gobernar Cataluña "con las mínimas hipotecas" y pone como ejemplo los "pactos puntuales" de Zapatero

Actualizado: jueves, 14 septiembre 2006 14:54

Afirma que el debate identitario ha dejado de ocupar "un espacio central" y dice que su proyecto es "en España y con España"

MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

El primer secretario del PSC y aspirante a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, aseguró hoy que aspira a gobernar "con las mínimas hipotecas posibles". Sabiendo que no puede "ser un iluso" y pensar en una "mayoría absoluta", se remitió a los acuerdos puntuales y citó el "ejemplo evidente" del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. "A eso aspiro y no a pactar con otras formaciones políticas", recalcó en los Desayunos Informativos de Europa Press.

Montilla respondió así cuando se le preguntó por un hipotético pacto con ERC. Destacó que el mapa político catalán es "diferente al español", que no tiene un "bipartidismo imperfecto" y hay "más dificultad para forjar mayoría". Dijo que tanto en Cataluña como en el País Vasco, que cuenta con un mapa "similar", ha habido Ejecutivos en minoría "capaces de hacer pactos puntuales para poder tirar adelante sus compromisos y programa de gobierno".

Como "ejemplo más evidente" se refirió al Gobierno de España, que "no tiene mayoría absoluta", no es de coalición y no cuenta ni con pacto de Legislatura ni de periodo de sesiones. "Y nadie pone en tela de juicio que cumple sobradamete sus compromisos sin excesivos problemas", indicó.

RIESGO DE PACTO ENTRE CIU Y ERC.

Sobre si teme un pacto entre ERC y CiU, Montilla afirmó no "temer los pactos" porque "aspira a ganar". Eso sí, advirtió de que el riesgo de un acuerdo entre ambas formaciones es el de que tiene consecuencias "dentro de la nación catalana, porque un pacto entre nacionalistas que compiten entre sí comporta una carrera por ver quién es más soberanista, y eso genera problemas de cohesión interna en Cataluña", así como de "confrontación con el Estado y el resto de España". "Espero que ese pacto no se dé porque no sumen la mitad más uno, pero por supuesto, CiU no tendría problemas por pactar con ERC --añadió--. Todo lo contrario, iría detrás a conseguir sus votos a cualquier precio".

El candidato afirmó que el líder de CiU, Artur Mas, rechaza con "la boca pequeña" los votos del PP, partido al que su demagogia le pasará "factura". En cualquier caso, indicó que siempre que 'populares' y CiU han sumado la mitad más uno "han pactado", por lo que estimó que la formación nacionalista aceptaría su apoyo y que el PP se lo daría "con mucho gusto".

GRUPO PROPIO AHORA: "DISPARATE".

El ex ministro de Industria --que tildó de "puras especulaciones" que el resultado de las catalanas pueda condicionar un adelanto de las generales-- afirmó que no tendría sentido que el PSC pusiera ahora en la agenda política el objetivo de tener grupo propio, cuestión por la que ha apostado el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall.

Recalcó que el PSC ya lo tuvo y que no ha renunciado a este objetivo, pero opinó que ponerlo ahora encima de la mesa "no tendría ningún sentido" dado que se está en la mitad de la Legislatura y que, por tanto, no se pueden constituir grupos parlamentarios. "Sería un absoluto disparate y un ridículo de nuestra parte hacerlo", remachó.

"Haremos aquello que pensemos sea bueno para Cataluña, pero en el bien entendido de que somos corresponsables del proyecto que para el conjunto de España hemos ido elaborando con el PSOE", indicó.

El aspirante a la Generalitat proclamó que con Maragall se lleva "muy bien en lo personal y en lo político", lo que no quiere decir que siempre piensen "lo mismo, afortunadamente". Comentó que sus opiniones no siempre han de coincidir, pero matizó que han sido "las menos" las veces en las que no han estado de acuerdo. Asimismo, dijo que no se considera "menos catalanista" que el 'president', pero que tampoco va a competir "por ser más". "Pura y simplemente soy catalanista, igual que soy catalán por elección --indicó--. El catalanismo se demuestra con los hechos y yo lo he demostrado".

DEBATE IDENTITARIO.

En su intervención inicial en este foro --que patrocinan Banif, Sun, Telefónica y Thomson Aranzadi--, Montilla se refirió a que el nuevo 'Estatut", pese a los "numerosos obstáculos" que ha tenido que sortear es ya una "realidad". Incidió en que el texto es "de todos porque no es de nadie" y que será "útil" incluso para quienes "no lo apoyaron, lo rechazaron, lo obstruyeron o simplemente lo ignoraron".

Afirmó que sin el concurso "decisivo del PSC", sin la "visión y la ambición" de Maragall y el "compromiso" de Zapatero no sería una realidad. Estimó que CiU también jugó un papel relevante, pero le atribuyó un "doble discurso" al defender en Cataluña en "soberanismo" y asumir en Madrid "lo constitucionalmente posible" y "políticamente razonable".

Recordó que ERC se situó "fuera del Gobierno" de la Generalitat para defender el 'no', alabó la coherencia de IC y se refirió al reciente voto "sin pestañear" del PP al texto de Baleares para decirles que no se preocuparan porque él no les tildaría de "separatistas".

Montilla defendió el "catalanismo" del PSC y aseguró que tras el 'Estatut' es el "momento de los hechos y no de palabras". El texto, afirmó, ofrece unas oportunidades que no se pueden "desperdiciar". "La actitud defensiva, recelosa, melancólica, limitada a la simple afirmación identitaria carece de sentido en esta nueva etapa --declaró--. Es perjudicial a los intereses de los catalanes".

Precisó que ello no significa que el debate identitario vaya a desaparecer, sino que ha dejado de ocupar "un espacio central para ocupar el que le corresponde" en este momento de "avance y despliegue" del autogobierno. "De lo que se trata es de desarrollar los contenidos de este autogobierno poniéndolo al servicio de los intereses, aspiraciones y necesidades de sus protagonistas, los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña", resumió.

Con estos parámetros, explicó que el desarrollo de los contenidos del 'Estatut' ha de priorizar una "nueva relación entre la administración y la sociedad civil". También apostó por que Cataluña mejore su modelo de competitividad, abogando por superar la media europea de gasto en I+D en la próxima Legislatura y los "déficits" en infraestructuras y energías.

NI "CONTRA" NI "FUERA DE ESPAÑA".

El ex ministro de Industria indicó que el despliegue del 'Estatut' no puede desligarse de su propuesta de desarrollo en una "orientación federal del Estado de las Autonomías" y del "impulso de la España plural". "Nuestro proyecto no es contra España ni fuera de España --recalcó--. Es un proyecto en España y con España". Afirmó que Cataluña se implicará en esta "España plural, abierta y moderna" y que "Cataluña necesita esta España".

"En esta nueva etapa el catalanismo social que defiendo es el de la nación plural e inclusiva, desacomplejada y optimista, fundamentada en los derechos, los deberes y las oportunidades para todos sus ciudadanos y ciudadanas --culminó--. El de la Cataluña comprometida con el apasionante proyecto de la España plural y de una Europa con voz propia en el mundo".

En el turno de preguntas, Montilla afirmó que la "nación catalana" forma parte de su léxico desde "hace muchos años". Tras hablar de España "como nación de naciones", aludió a Artur Mas e indicó que hay quien "para suplir carencias de su pasado" necesita en el presente "exhibir" cosas que pueden "sonar a poses y a palabrerías huecas". "No es mi caso", finalizó.