Montilla dice que los 650 años de la Generalitat demuestran que Cataluña es heredera del diálogo

Actualizado: viernes, 18 diciembre 2009 17:06

BARCELONA, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Govern catalán, José Montilla, destacó hoy que el 650 aniversario de la Generalitat catalana demuestra que Cataluña es heredera de una "tradición política singular fomentada en el pacto y el diálogo".

Mañana se conmemoran los 650 años del establecimiento de la Generalitat catalana, cuando las Corts Catalanes constituyeron la Diputació del General en 1359 en Cervera (Lleida).

En el acto de retorno a la Generalitat catalana de 46 retratos de la galería regia de los condes de la Corona catalanoaragonesa, el presidente destacó que esta historia es el resultado de una continuidad en la conciencia catalana y de una vocación permanente de autogobierno.

"La nuestra es una cultura política fundamentada en el pacto y el diálogo", resumió el presidente y subrayó que todos los catalanes de hoy deben conocer mínimamente el pasado de su país y ser conscientes de él.

Montilla destacó que el aniversario representa "una continuidad institucional que vela por la identidad catalana y que también hace posible su renovación", y aseguró que la constitución de la Generalitat catalana se entiende sobre todo a través de las Corts Catalanes y las Constituciones.

SE CIERRA EL CÍRCULO

El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, entregó hoy los 46 retratos regios al presidente de la Generalitat catalana, la institución "legítima" que los encargó y promovió, por lo que Montilla consideró que "se cierra el círculo".

Aseguró que su devolución justifica la voluntad de ser de un país "libre y democrático", así como la voluntad de ser de sus ciudadanos y de su capital, "también la voluntad de construir con la fuerza de las instituciones y del autogobierno".

Estos retratos, que antiguamente estaban en el Palau de la Generalitat, fueron transferidos al Palacio de Justicia de Barcelona en 1908, y con la II República fueron retornados a la Generalitat catalana en 1937, que los emplazó en el Museu d'Història de Barcelona. No obstante, durante la etapa Franquista, los cuadros fueron trasladados al Museu Militar de Montjuïc, donde se encontraban hasta ahora.

Con la cesión del Castillo de Montjuïc al Ayuntamiento de Barcelona por parte del Gobierno y el cierre del Museu Militar, el Consistorio se comprometió a devolver la colección a la Generalitat catalana.