Montilla niega que se le hayan perdonado créditos al PSC y pide no acusar a CiU de corrupción "sin pruebras"

Actualizado: miércoles, 21 noviembre 2007 11:57

BARCELONA, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Generalitat y primer secretario del PSC, José Montilla, negó esta noche que "ningún banco o caja" haya "perdonado ni una sola peseta" a su partido, y explicó que lo que hizo fue "renegociar" un préstamo para descender del 16% de tipo de interés inicial a un "interés de mercado", mientras que "hay otros que no han pagado ni los préstamos".

En el programa de TVE 'Tengo una pregunta para usted', Montilla tuvo que responder a un joven que le preguntaba cómo hacer los ciudadanos para conseguir para sus hipotecas el "milagro" conseguido por el PSC para que se le perdonara un préstamo. "Esa cosa milagrosa no se la puedo explicar porque no existe", aseveró.

Aunque insistió en que personalmente nunca se ha "encargado de las finanzas" de su partido y que no suscribió por tanto el préstamo inicial ni su renegociación posterior, Montilla aseguró que en el PSC "todo se ha hecho con transparencia y de acuerdo con la ley", como, en su opinión, demuestra el hecho de que se haya publicitado "con tanta transparencia" porque se notificaron todos los movimientos al Tribunal de Cuentas.

Un ciudadano preguntó también a Montilla si debía "olvidarse" la "acusación que formuló el ex presidente del PSC Pasqual Maragall en el Parlament" sobre el supuesto cobro de comisiones en la obra pública por parte de CiU.

"MARAGALL NO DIJO QUE TUVIERA PRUEBAS".

"Se han de denunciar las cosas de las que se tiene pruebas, no valen sólo las acusaciones y no se trata de hacerlo en un debate parlamentario", afirmó, remarcando que Maragall "no formuló ninguna prueba ni dijo que tuviera pruebas" de presuntas corrupciones por parte de los Gobiernos de CiU.

Montilla defendió que para garantizar que no se llevan a cabo este tipo de actuaciones el Govern ha aprobado la creación de la Oficina Antifraude, e insistió en que "no se puede acusar sin pruebas porque se puede estar cometiendo una injusticia".

El primer secretario del PSC fue interrogado incluso por los sueldos de su esposa, Anna Hernández, por una mujer que apuntaba que podía estar cobrando tres remuneraciones distintas al ostentar tres cargos municipales diferentes, algo que Montilla negó alegando que "la ley de incompatibilidades permite tener mas de un cargo pero un sólo sueldo".

LEY ELECTORAL CATALANA.

El presidente fue interpelado también por varios ciudadanos que expresaron su desconfianza con el sistema político, ante los que defendió la necesidad de aprobar una ley electoral catalana y aseguró que por el PSC "no quedará" en el intento de que se apruebe en esta legislatura, aunque "el proceso no será fácil" porque se requieren dos tercios del Parlament para ello.

Montilla pidió a los ciudadanos "confianza" en los políticos a los que les "ha tocado gobernar" y reclamó también una "participación más activa" de la ciudadanía en la política a través del voto. "Hay que ir a votar, aunque no te guste ningún partido, porque si no otros hacen política por ti", afirmó.

Por ello, defendió la aprobación de la futura ley electoral "para implementar mecanismos que incentiven la participación ciudadana" en la política.

Montilla tuvo que responder preguntas sobre la educación, la sanidad y las pensiones, cuestiones que aseguró que son "prioritarias" para su Gobierno y en las que admitió que "queda trabajo por hacer", aunque enumeró las medidas adoptadas y previstas por su gobierno con cifras exactas.

VELO ISLÁMICO.

El presidente catalán respondió también a una mujer marroquí sobre la problemática del velo en las escuelas y defendió que "debe prevalecer el derecho de educación" de los niños, aunque advirtió de que los inmigrantes "deben también hacer un esfuerzo de integración en el país y por respetar la cultura y las tradiciones" catalanas.

Montilla se defendió de críticas a la política lingüística del Govern, subrayando la necesidad de "seguir trabajando" por reforzar el catalán "porque aún está en desventaja respecto al castellano" y debe colocarse "en un plano de igualdad".