El mosso que mató a un hombre en un registro dice que no fue consciente de que su arma se disparara en el forcejeo

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 25 octubre 2006 19:05

BARCELONA 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

El agente del cuerpo de Mossos d'Esquadra acusado de homicidio imprudente por matar a un hombre de origen marroquí durante un registro en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) declaró esta mañana ante el juez que se produjo un forcejeo en el que él cayó sobre la víctima y escuchó un ruido que, en un primer momento, no identificó como un disparo de su propia arma.

Los hechos sucedieron el 27 de mayo de 2004 sobre las 7 horas, cuando la Policía autonómica --un total de 12 efectivos-- realizó una operación antidroga en una vivienda de Santa Coloma. La intervención se produjo tras ser alertados por una mujer detenida que aseguraba que un habitante de ese inmueble le suministraba regularmente sustancias estupefacientes obligándola a venderlas.

Tal y como relataron el acusado, D.G.G, y sus compañeros que comparecieron en la Sección Segunda de la Audiencia de Barcelona en calidad de testigos, entraron en la vivienda tras haberla observado durante algunas semanas y tener indicios de que acudían allí clientes en busca de droga. Los agentes insistieron en que desde su entrada profirieron gritos de "¡Policía!" y "¡Al suelo!".

El acusado entró en la vivienda tras el mando responsable de la operación. Ambos tenían asignado dirigirse hacia una estancia concreta pero, al percibir dos personas tumbadas en el salón, "que hacían gestos de incorporarse", D.G.G. permaneció en la estancia "para reducirlos".

Según explicó el acusado, la víctima, Farid B.D., era uno de los hombres que se encontraban en el salón y no atendió a sus órdenes de que se mantuviera tumbado, sino que se puso en pie cogiéndole la mano y parte del arma que llevaba. Fue entonces cuando, según el acusado, se inició un forcejeo en el que Farid dio un tirón y cayó de espaldas quedando sentado encima de la cama y provocando que el policía cayese sobre él.

El agente sostuvo que en ese momento oyó un ruido "seco" que no supo identificar hasta que se retiró y vio que su arma "se había disparado". La pistola no llevaba el seguro pero, tal y como afirmó D.G.G, la llevaba en posición de "doble acción", lo que significa que "hace falta una fuerza de cinco kilos para realizar un disparo". Él, explicó, no es consciente de haber apretado el gatillo.

Algunos de los agentes que testificaron en el juicio coincidieron en haber visto el forcejeo y en que el ruido posterior no lo reconocieron como un disparo en un primer momento. Además, el jefe del operativo negó que el acusado hubiera actuado mal quedándose sólo en el salón y no llegando con él a la estancia que se les había asignado. Según el responsable, su compañero añadía con su actuación "elementos de seguridad a la operación".

SUSPENSIÓN POR FALTA DE TESTIGO.

Al no comparecer a declarar como testigo el compañero de Farid que se encontraba en el salón y que asistió a los hechos, las acusaciones particular y popular, así como el Ministerio Fiscal solicitaron una suspensión del juicio que fue aceptada por el tribunal, aunque de momento, se desconoce la fecha en la que se retomará.

El fiscal solicita provisionalmente para D.G.G por estos hechos dos años de prisión y una privación de llevar armas durante cuatro años durante los cuales pidió que se le inhabilite para ejercer como policía y una indemnización para la esposa y las dos hijas del fallecido. Por su parte, la acusación particular eleva la pena de cárcel a cuatro años.

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