La Fiscalía y la acusación piden cinco años de cárcel para ellos por un delito de lesiones
BARCELONA, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Dos agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra acusados de herir gravemente a un joven antifascista durante una manifestación alternativa del 12 de Octubre de 2012 en Barcelona han defendido en el juicio no ser los autores de la agresión y han asegurado que no se reconocen en las fotografías, en las que se ve a dos policías con cascos y porras y la víctima en el suelo.
En sendos interrogatorios en la vista que se ha celebrado este lunes en la Audiencia de Barcelona, tanto el policía Miguel Ángel R. como Cristian J. --para quienes la Fiscalía y la acusación piden cinco años de cárcel por un delito de lesiones con agravante de superioridad-- han negado haberle golpeado y han dicho que en el lugar habían intervenido una docena de agentes más.
Los dos han relatado que intentaron proteger a un hombre que iba hacia la plaza Catalunya donde se celebraba una concentración por el Día de la Hispanidad con sus tres hijos menores, llevando una bandera española, cuando se adentró en la cercana plaza Universitat donde estaban manifestándose antifascistas e independentistas.
Cuando se produjo un forcejeo entre el hombre y algunos antifascistas que trataban de quitarle la bandera, los agentes Miguel Ángel R. y Cristian J. han reconocido que utilizaron sus defensas --porras-- para apartar a la gente y poder llegar al lugar donde se estaban produciendo los hechos, pero siempre golpeando de forma reglamentaria por debajo de la cintura.
Tampoco el joven agredido ha podido en juicio reconocer a los agentes de las fotografías como los dos que se sientan en el banquillo de los acusados debido a que llevaban casco, pero sí ha relatado como fue la agresión: lo empujaron por la espalda, cayó al suelo, le abrieron la cabeza de un porrazo y estuvo a punto de perder de forma permanente la visión de un ojo.
El hombre que se acercó con la bandera española al lugar donde estaban los antifascistas tampoco ha podido reconocer a los agentes en las fotos, lo mismo que les ha sucedido en juicio a los dos fotógrafos que tomaron las imágenes y que también han declarado en juicio como testigos.
CONCLUSIONES DE LAS PARTES
Al finalizar el juicio, que se ha abreviado al renunciar las partes a varias testificales, la fiscal ha mantenido la petición de pena de cinco años de cárcel para cada agente por el delito de lesiones y una indemnización de algo más de 10.000 euros para la víctima, aunque ha declinado exponer su informe final sobre los hechos.
La abogada de la acusación también ha insistido en mantener la solicitud de cinco años de cárcel para cada uno porque ve claro que los dos agentes acusados son los agresores y también la reclamación del pago de la indemnización, que en su caso eleva hasta casi 17.000 euros.
Las defensas, por su parte, han pedido absolver a los policías en base a que nadie ha podido en juicio reconocer que fueron ellos y en que dos peritos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han asegurado en la vista que a través de las fotografías no se puede concluir que son ellos.
EL INFORME DE LA DAI
El único informe que señalaba a estos dos agentes es uno de la División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos y que, según las defensas, su conclusión no es que hayan sido ellos sino que simplemente estaban en el lugar.
Como la pericial de la declaración de un inspector de la DAI para explicar el informe era una prueba pedida por las defensas y éstas han renunciado a su comparecencia, el tribunal tendrá que valorar la cuestión atendiendo únicamente al escrito sin posibilidad de aclaraciones y preguntas de las partes.
