Múgica señala que antes de la "paz" tiene que venir la "libertad"

MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS)

El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, apostó esta noche por una política antiterrorista en la que haya vencedores y vencidos, basada en los mecanismos del Estado de Derecho para poder lograr la "libertad", condición indispensable para "la paz", y en la que no se contemplen medidas de gracia para los terroristas.

En declaraciones a Telemadrid recogidas por Europa Press, destacó la paz no es algo "tan importante", mientras que la libertad es "fundamental", entendida como que "no haya amenazas, extorsión y persecución" para conseguir que "miles de vascos estén sin escolta y no tengan que mirar los bajos de sus coches o estar expulsados de Euskadi por el terrorismo nacionalista". "La paz viene por añadidura", precisó.

En contraposición con la situación de Irlanda, donde hay una banda de "matones protestante" que asesinan a católicos y viceversa, indicó que en el País Vasco hay una "banda de matones terroristas nacionalistas" que asesina a víctimas "indefensas". "Alguien tiene que ganar y alguien tiene que perder", añadió.

Tras señalar que no hay un proceso de paz abierto en el País Vasco, se mostró "optimista" en que esa libertad se conseguirá y recordó que las víctimas el "único" diálogo que piden con la banda terrorista ETA es el de "la escoba con la basura".

"Se dice que estamos en el principio del fin y hemos llegado hasta aquí por la acción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, por la cooperación internacional, por las sentencias judiciales, la presión popular y la memoria indeclinable de las víctimas", señaló Múgica, que exigió seguir con estos mecanismos establecidos en el Estado de Derecho --que han dado buenos resultados, dijo-- para llegar "al final del fin".

Por último, se mostró en contra de cualquier posible medida de gracia para los terroristas ante un hipotético cese de la violencia en el País Vasco y, por contra, apostó por que los etarras cumplan íntegramente sus condenas.

"Si algunos quieren medidas de gracia, primero tendrán que arrepentirse los asesinos de lo que han hecho, y dejar de regocijarse. De momento eso no se ve por ninguna parte", concluyó.