Mustafá Amaya, detenido por yihadismo en Melilla, fue excarcelado en marzo de 2022 tras cumplir su condena

Archivo - Agente de la Policía Nacional junto a un coche patrulla
Archivo - Agente de la Policía Nacional junto a un coche patrulla - POLICÍA NACIONAL VALLADOLID - Archivo
Actualizado: martes, 24 octubre 2023 17:17

En la nueva operación de la Policía hay un segundo arrestado en Madrid por delitos de adoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo

MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

Mustafá Maya Amaya, que fue detenido en Melilla este lunes en una operación de la Policía contra el yihadismo en la que hay un segundo arrestado, estaba libre desde hacía más de año y medio tras cumplir la condena a ocho años de prisión que le impuso la Audiencia Nacional como líder de una célula encargada de reclutar a terroristas para organizaciones terroristas como Estado Islámico (Daesh) y Al Qaeda.

Según han informado a Europa Press fuentes penitenciarias, Mustafá Maya Amaya fue excarcelado el 11 de marzo de 2022, el mismo día que el tribunal sentenciador liquidó su condena por un delito de pertenencia a organización terrorista en calidad de promotor y director.

Este lunes fue arrestado de nuevo en Melilla, ciudad en la que reside, por delitos de adoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo en el marco de una operación de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional en la que hay un segundo detenido en Madrid, según han confirmado fuentes policiales.

Mustafá Amaya es viejo conocido de los agentes de la lucha antiterrorista. Este español de 60 años, de origen belga converso al Islam, ascendencia gitana y postrado en silla de rueda fue calificado por la Policía Nacional tras su primera detención como el "mayor reclutador yihadista", una actividad que se remonta al menos a 2012.

SENTENCIA DE LA AUDIENCIA NACIONAL

La Audiencia Nacional lo condenó en enero de 2018 por liderar una célula yihadista dedicada a la captación y envío de combatientes desde Malí, Siria o Libia para su integración en organizaciones terroristas como Estado Islámico (Daesh) y Al Qaeda.

La Sección Tercera de la Sala de lo Penal dictó una sentencia en la que imponía a Maya Amaya ocho años de prisión por un delito de pertenencia a organización terrorista en calidad de promotor y director. A otros cuatro miembros se les condenó a seis años de cárcel por estos mismos delitos.

A todos ellos se les aplicó la atenuante de confesión, ya que reconocieron los hechos durante el juicio. Alcanzaron un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, que inicialmente solicitaba entre ocho y 14 años de prisión.

Durante la vista oral, celebrada entre 11 y 13 de diciembre de 2017, el propio Maya Amaya confirmó que dio "información" a través de redes sociales a una cifra "exagerada" de personas que "querían trabajar, que querían buscarse una vida" o que querían "aprender el Corán" para después hacer la yihad. Apuntó que él no sabía concretamente en qué grupos yihadistas iban a ser integrados.

La sentencia, con fecha del pasado 18 de enero de 2018, destacó que se trata de "una de las mayores redes de captación y envío de radicales para su incorporación a organizaciones terroristas de corte yihadista, insertadas en el movimiento e ideario de la 'yihad global". Una red que, según la Sala, ayudó al menos a una treintena de personas a llegar desde Malí, Siria o Libia para su integración en Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Estado Islámico o Jabaht Al Nusra.

SEGUNDA OPERACIÓN EN UNA SEMANA

Se trata de la segunda operación antiyihadista con detenidos por parte de la Policía desde que el Ministerio del Interior ordenó el pasado martes medidas complementarias de seguridad, dentro del nivel de alerta 4 sobre 5, por el contexto de escalada de tensión derivado del conflicto entre Israel y Hamas.

Uno de los perfiles que se analiza por su potencial peligrosidad es el de exreclusos con condenas por delitos relacionados con el terrorismo yihadista, como es el caso del propio Mustafá Maya Amaya.

El pasado viernes, la Policía Nacional informó de otra operación de la Comisaría General de Información con cuatro jóvenes detenidos por delitos de yihadismo residentes en las localidades de Huetor-Tajar (Granada), Cubelles (Barcelona) y Madrid.

Los agentes detectaron un "punto de inflexión" al detectar a dos de ellos, un matrimonio que contó con la autorización del cabecilla, que se hacía llamar 'Califa', que habían aumentado exponencialmente su nivel de radicalización, ya que grabaron un vídeo reclamando "derramar sangre para recuperar Al Andalus y restaurar el Califato". El juez de la Audiencia Nacional dictó orden de prisión para los tres.

El viernes por la tarde, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, convocó a todos los grupos parlamentarios a una reunión para hablar del actual nivel de alerta antiterrorista de 4 sobre 5, con medidas complementarias de seguridad, debido al contexto de creciente tensión por el conflicto entre Israel y Hamas.

El ministro, que pidió sentido de Estado y no caer en un alarmismo excesivo, reclamó confiar en la labor diaria que realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y reiteró que era "peligroso" mezclar terrorismo e inmigración irregular.