Nadal cree que CiU "coquetea" con todos para buscar una buena posición ante cualquier tipo de negociación

Actualizado: jueves, 28 septiembre 2006 14:41

Se muestra partidario de que gobierne en Cataluña quien logre una mayoría parlamentaria, en el caso de que no haya mayoría absoluta

MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -

El consejero de la Presidencia, portavoz del Gobierno y conseller de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat de Cataluña, Joaquim Nadal i Farreras, afirmó hoy que CiU intenta absorber, en una "especie de OPA política", votos procedentes del resto de partidos, intentando "opar" una parte del voto PP, otra del voto PSC -"el más maragallista y desencantado"- y otra de ERC, sin dejar de "coquetear" con unos y otros, para dejar las cosas en "buena posición para cualquier tipo de negociación" posterior a las elecciones de cara a la formación de Gobierno.

Durante su intervención en un desayuno informativo del Fórum Europa, aseguró que aunque CiU diga que no va a pactar con el PP porque es "moral y políticamente imposible", lo cierto es que en el terreno de la moral y lo políticamente posible, los aspirantes a sustituir al actual Gobierno de Cataluña están en "igualdad de condiciones para pactar". En su opinión, esta es la "perfecta ambigüedad" que "siempre" caracterizó la política de CiU durante 23 años al frente del Gobierno de Cataluña.

Según dijo, CiU puede pactar a la derecha con el PP, "como hicieron durante ocho años y no pasó nada", o a la izquierda con ERC. A su juicio, aunque CiU niegue también esta última posibilidad, habría que preguntarse acerca de las razones por las que hace dos días almorzaron sus respectivos líderes, Artur Mas y Josep Lluis Carod Rovira, una reunión "sin acuerdo pero con acercamiento" entre ambas partes. "Puede pasar casi de todo porque nadie tiene la garantía de la estabilidad", subrayó.

Por tanto, se preguntó si acaso alguien pensaba que todos los contendientes en las elecciones catalanas no "buscarían alianzas y pactos posibles" en todas las direcciones. Añadió, además, que determinadas formas de la "derecha nacionalista o del centro derecha nacionalista catalán son muy queridas en Madrid", pero no son "garantía de nada" si se les tienen que aplicar el mismo "baremo" que a los socialistas catalanes.

QUE NO GOBIERNE QUIEN MÁS ESCAÑOS LOGRE

Asimismo, afirmó que no es partidario de que el ganador de las elecciones en escaños sea quien gobierne. Al contrario, apostó por que gobierne quien reciba el encargo de formar Gobierno por parte del presidente del Parlamento, y después sea capaz de acordar una mayoría parlamentaria "sólida que avale su elección" y su acción. A su juicio, las mayorías parlamentarias, si no hay mayorías absolutas, se construyen con acuerdos y coaliciones, y "así ha ocurrido desde que la democracia es democracia en el mundo".

Nadal aseguró también que entre Pasqual Maragall y José Montilla hay buenas relaciones, a pesar de que haya gente "interesada" en demostrar lo contrario. Así, insistió en que, en cualquier caso, "por más que digan, son tantas más" las cosas que les unen a los dos, de las que podrían separarles, por lo que no hay "brecha por la que abrir una herida, ya que, si alguna hubo, está cicatrizando".

En este punto, afirmó que el PSC aspira a tener la mayoría más amplia posible en estas elecciones, pero argumentó que el gran problema de los comicios es que si el mapa electoral, "tres diputados arriba o abajo", queda muy "clavado" respecto al actual, los escenarios políticos de negociación serán "exactamente los mismos, y con las mismas posibilidades". Preguntado acerca de un posible "varapalo" de ERC, Nadal sentenció, eso sí, que eso es "mucho suponer".

"Por lo tanto, probablemente, estas elecciones se jueguen en el terreno de quien sea capaz de situar ante el electorado catalán la disyuntiva entre dejar que el mapa se parezca mucho al actual y ver qué pasa luego en las mesas de negociación, o dar a algunos una mayoría más amplia para que puedan gobernar en solitario, aunque sea en minoría", explicó.

APLICACIÓN DEL ESTATUTO

Respecto a la inversión del Estado en Cataluña en los últimos PGE, recalcó que el Gobierno de su CCAA no se ha "quejado" de ella, porque "se hagan como se hagan los números", Cataluña recibe más. Expresó su deseo de no debatir en torno a las cifras, sino de hacer política "con el dinero que hay, que es más del que había antes".

En el terreno del debate estatutario, afirmó que esta es una cuestión de "justicia", ya que se trata de dinero "debido". Así, reconoció en el ministro de Economía, Pedro Solbes, a la persona que debe "cuadrar" la aportación a todas las CCAA, porque "todas" deben crecer.

Eso sí, defendió que, al mismo tiempo, se respete el porcentual diferencial que está incluido en el Estatut y se reconozca que las balanzas fiscales "esconden" un peso fiscal y económico de la economía de Cataluña al PIB español, el cual "debería tener, solidariamente y proporcionadamente, su contraparte en las inversiones del Gobierno español en la CCAA".

INMIGRACIÓN

Respecto a la problemática de la inmigración ilegal, apuntó que Cataluña avanza hacia los siete millones de habitantes, un 12 por ciento de los cuales son inmigrantes de países terceros, lo que representa, según subrayó, el 24 por ciento de la inmigración total de países terceros en España.

"este porcentaje tiene una lectura económica en términos de mercado de trabajo, pero también tiene otra social en términos culturales y de cohesión social, así como un valor añadido en relación al crecimiento de la economía, porque tiene un coste y un precio. Estamos dispuestos a pagar el precio con sentido solidario y a compartir el coste por un lado, y los beneficios por otro", dijo.

Nadal realizó también un balance del Gobierno tripartito, que afrontó la "difícil" etapa de aprobación del Estatut, a pesar de lo cual "nada cruje, nada se rompe, ni en los cimientos, ni el edificio, todo está tranquilo y superado, y ahora se abre una nueva etapa política en Cataluña con las elecciones". Además, añadió que volver ahora al debate estatutario sería un retroceso "brutal", por lo que apostó por una Cataluña que se dedique a "recoser, recomponer y crear".

En este sentido, habló de cierto "mimetismo" estatutario por parte de otras CCAA, al tiempo que aseguró que el debate no es identitario, sino respecto "a las cosas de comer". Así, abogó también por superar "malentendidos y roces", y resaltó que en estos tres años ha habido "mucho ruido, pero también muchas nueces".

DEFENSOR DEL PUEBLO

Preguntado acerca del recurso de inconstitucionalidad del Defensor del Pueblo contra el Estatut, no vio mayor problema en que éste se pronuncie, si bien puntualizó que si alguna magistratura debería "pensárselo dos veces" antes de recurrir ante ese tribunal una ley refrendada en referéndum, es ésta, ya que este Estatuto fue aprobado "por una parte del pueblo al que él debería defender".

En referencia al anuncio sobre las selecciones catalanas, se limitó a comentar que habría que procurar no "censurar", al tiempo que aseguró que este spot sólo tiene la trascendencia que se le quiera dar.

Finalmente, señaló que el accidente de El Carmel ha costado en total 91 millones de euros, de los cuales la Generalitat va a recuperar 60 a través de procesos de las compañías aseguradoras y compensaciones con las compañías constructoras, por lo que recalcó que se puede decir que este es un tema que se ha saldado de una forma "relativamente razonable".

En este sentido, añadió que desde esta catástrofe ha visto "desfilar" muchísimos muertos en días siguientes y accidentes diferentes, y matizó que, por eso, la máxima tranquilidad que tiene, más allá del coste final del Carmel, "es que no pesa sobre el Gobierno de Cataluña ni uno sólo, porque en el Carmel no murió nadie". Asimismo, defendió el trabajo de Generalitat y ayuntamiento de Barcelona en la gestión de la crisis.