MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
El diputado de Nueva Canarias en el Congreso, Pedro Quevedo, ha desvelado este lunes que ha visto al Rey Felipe VI "responsabilizado" ante el "complejo panorama" parlamentario derivado de las elecciones del pasado 20 de diciembre y siendo "perfectamente consciente" de que no es un asunto "sencillo" porque las "matemáticas poselectorales son endiabladas".
El jefe del Estado ha abierto con Quevedo la ronda de consultas que va a tener a lo largo de esta semana con los partidos que tienen representación en el Congreso antes de proponer un candidato a la Presidencia del Gobierno. Ambos han conversado durante una hora y diez minutos en el despacho del Rey y, tras la entrevista, Quevedo ha ofrecido una rueda de prensa en el Congreso.
Según ha desvelado el diputado nacionalista canario, Felipe VI está "exhaustivamente informado" y es plenamente "consciente" de que el panorama es "complejo" y no tiene precedentes en la reciente historia democrática española, puesto que ningún candidato tiene a priori apoyos suficientes para ser investido y, por tanto, es la primera vez que está presente la posibilidad de una nuevas elecciones.
"Es la primera vez que el jefe del Estado se ve ante la tesitura de tener que interpretar un resultado electoral que no es sencillo y él es perfectamente consciente de esto", ha comentado Quevedo, quien también ha señalado que, desde su punto de vista, el Rey sabe que su papel es "tratar de encontrar un posición ajustada, de consenso y que se adecúe en la medida de lo posible a la realidad".
RAJOY, EL PRIMERO
En este contexto, Quevedo ha revelado que el Rey le ha sondeado para saber si Nueva Canarias apoyaría que el primer candidato en someterse a un debate de investidura, aún a riesgo de no salir elegido, fuera el líder del PP, Mariano Rajoy, habida cuenta de que suyo fue el partido más votado en las legislativas.
De hecho, el jefe del Estado, siempre según el relato del diputado, ha mencionado la posibilidad de que ambos se vuelvan a ver en breve. Ese segundo encuentro podría producirse, bien porque el Monarca abra una nueva ronda de consultas antes de proponer un segundo candidato a la investidura --en el caso de que proponga primero a Rajoy pero no logre ser investido-- o bien porque finalmente se tengan que convocar nuevos comicios.
El diputado canario, que concurrió a las elecciones en coalición con el PSOE, ha trasladado a Felipe VI que "lo razonable" es que el primero en intentar formar gobierno sea Rajoy, porque su partido ha sido el más votado. Pero también le ha dejado claro que Nueva Canarias votará en contra de la investidura del presidente del PP y, en cambio, sí apoyaría que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, se convirtiera en su sucesor.
Quevedo apoyaría la investidura de Sánchez, en virtud del acuerdo electoral que selló con los socialistas (y que también prevé su adscripción al Grupo Mixto del Congreso). Y lo haría, además, porque considera que es el que mejor encarna "el cambio" por el que han apostado los españoles, porque comparten la necesidad de acometer una reforma de la Constitución para establecer un modelo federal asimétrico.
Para el nacionalista canario, la repetición de las elecciones sería "un fracaso" porque implicaría que los partidos no han estado a la altura de la exigencia ciudadana y, además, prevé que una nueva votación arrojaría un resultado muy "similar" al del 20D.
Por ultimo, Quevedo ha mostrado su deseo de que el Congreso se ponga a trabajar "cuando antes", es decir, de que se pueda empezar a tramitar iniciativas aunque no haya nuevo Gobierno. Eso sí, ha advertido de que estas iniciativas no deben utilizarse "como arma arrojadiza" contra otros, ni con un objetivo "mediático", sino para resolver problemas.
EL CONGRESO, A TRABAJAR PERO EN SERIO
Preguntado sobre si el jefe del Estado le ha comunicado si es partidario de que la Apertura Solemne de la XI Legislatura se celebre con el nuevo Gobierno en el banco azul, Quevedo ha recordado que "ese proceso no tiene un tiempo absolutamente acotado".
El Reglamento del Congreso determina que esa sesión, que preside el Rey e incluso pronuncia un discurso, debe tener lugar en los 15 días siguientes a la constitución de las Cortes y habitualmente se ha celebrado con el Ejecutivo ya formado. No obstante, la Mesa del Congreso puede alargar ese plazo.
Aún admitiendo que los plazos pueden ser flexibles, Quevedo ha avisado de que "nadie" debe sentirse "con el derecho de alargar esto todo lo que se le ocurra" porque cuanto más se alargue ese proceso más se tardará en "hacer lo que hay que hacer" que es, a su juicio, empezar a "formular una nueva política, que es lo que necesita la gente con urgencia".