El Obispo de Mauritania afirma que para frenar la oleada de cayucos "hay que ir más allá de poner una barrera infranqueable"

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 22 mayo 2006 17:36

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 22 May. (EP/IP) -

El Obispo de Mauritania, Martín Happe, afirmó, durante su visita a Las Palmas de Gran Canaria, junto al director y subdirector de Cáritas en esta república islámica, que para frenar la oleada de cayucos procedentes de la costa africana "hay que ir más allá de poner una barrera infranqueable".

La solución al fenómeno migratorio causado, tal como apuntó el monseñor, por la "desesperanza", debe pasar por dar oportunidades para que la población de países como Senegal, Guinea Bissau o Malí cambien su situación y no necesiten salir de sus países.

En relación al Plan África, aprobado por el Gobierno estatal para poner freno a la inmigración irregular a través de una operación diplomática y de ayudas al desarrollo, Happe reconoció que dicho Plan es "necesario", pero no puede dejar de preguntarse cómo se ha llegado a la situación actual.

Pese a que consideró que las ayudas inmediatas que se están dando para afrontar la inmigración irregular son necesarias, destacó que éstas no dan una respuesta "al fondo" del problema.

En lo que corresponde a la acción desarrollada por Cáritas en Mauritania, su presidente, Gabriel Hati, señaló que la organización religiosa en este país, en la que trabajan 120 personas, es "pequeña" y que la población cristiana es muy escasa. No obstante, puntualizó que existe una excelente convivencia entre los musulmanes y los cristianos.

La asociación cristiana, que comenzó su labor humanitaria y de ayuda al desarrollo en Mauritania en 1973, atiende a 145 mil personas que se benefician de proyectos centrados básicamente en la alfabetización, la salud y el agua. Además, trabajan en proyectos comunitarios con población reclusa y con mujeres, fundamentalmente en su alfabetización.

Cáritas está expectante ante los acuerdos o convenios que se alcancen a través del Plan África, a partir de ahí, si se solicitara su colaboración en cualquier programa de ayuda al desarrollo estudiarían su participación, indicó Hati, que puntualizó que Mauritania está menos interesada e implicada en solucionar la inmigración irregular que otros países como Senegal o Malí.

Por otra parte, el Obispo de Mauritania explicó que hace décadas era más fácil salir de de Noadibú porque se compraba documentación falsa y se viajaba en un barco pesquero hasta Europa.

Desde que existen más medidas de seguridad en el puerto, la opción de muchas personas que quieren marcharse en busca de oportunidades pasa por la compra de un cayuco. El punto de partida es ahora Senegal, Sant Louis o Dakar, por lo que, según dijo, se multiplica por dos el riesgo de morir en el mar porque la travesía hasta Canarias dura hasta una semana.

Los representantes de Cáritas compararon el desarrollo socioeconómico experimentado en las Islas en los últimos cincuenta años con la situación de África. "Si en Canarias hubiera pasado lo mismo que en África, donde no se ha invertido para mejorar el nivel de desarrollo, los canarios también querrían salir del Archipiélago", aseguran.

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