O.Próximo.- El ministro del Interior israelí defiende el derecho de los judíos a comprar tierra en Jerusalén Este

Actualizado: lunes, 4 mayo 2009 14:14

JERUSALÉN, 4 May. (EUROPA PRESS) -

El ministro del Interior israelí, Eli Yishai, defendió hoy el derecho de los judíos israelíes a comprar terrenos en la localidad cisjordana de Silwan, vecina de Jerusalén Este, alegando que "la Ciudad de David es la piedra angular de nuestra existencia" como judíos. Cerca de Silwan se encuentra el asentamiento conocido más antiguo de Jerusalén, llamado Ciudad de David.

"La Ciudad de David y el resto de Jerusalén, origen de nuestro crecimiento, es nuestro derecho por soberanía", afirmó Yishai, del partido ultraortodoxo Shas, durante un encuentro con empresarios judíos que ya han comprado terrenos en Silwan, en declaraciones recogidas por el diario 'Yediot Aharonot'.

Los polémicos comentarios de Yishai se producen justo antes de la reunión prevista en el Ayuntamiento de Jerusalén para decidir los planes de construcción de un asentamiento en la Ciudad de David. Yishai prometió crear un asentamiento junto a las casas palestinas ya levantadas en la zona.

"Ahora que soy responsable del Ministerio del Interior espero ir a por la Ciudad de David con fuerza total. Todo plan de construcción debe incluir un asentamiento judío y una explotación turística conjunta", dijo.

En respuesta, Jatem Abed al Kader, colaborador del primer ministro palestino en Cisjordania, Salam Fayyad, afirmó que "esto demuestra que el actual Gobierno israelí es un gobierno de colonos y asentamientos, no un Gobierno de negociación".

Al Kader calificó de "ridículo y peligroso" el anuncio de Yishai, ya que tendría graves repercusiones para el statu quo de Jerusalén. "Los palestinos residentes en Silwan no van a quedarse parados", dijo, y acusó a los judíos de apropiarse ilegalmente de las tierras palestinas.

"Yishai debería olvidarse del término 'Jerusalén unificada' porque no está ni nunca estará unificada", afirmó antes de emplazar a la comunidad internacional a "considerar al Gobierno (israelí) como gobierno criminal cuyas políticas violan el derecho y los acuerdos internacionales".