Los padres de Ndombele dicen "no olvidar" a pesar de estar satisfechos con la culpabilidad del acusa

Europa Press Nacional
Actualizado: viernes, 2 junio 2006 16:43

MADRID 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

Una vez conocido el veredicto del juicio del caso Costa Polvoranca, que declara culpable a José David Fuertes por el asesinato del menor angoleño Ndombele Augusto Domingos, los familiares de la víctima mostraron su satisfacción aunque aseguraron que eso no les iba a hacer olvidar la muerte de su hijo.

Los padres de la víctima, explicaron que, a pesar de que esta sentencia no les va a devolver a su hijo, la sentencia les ha dejado satisfechos. La madre de Ndombele, Paulina Kikawanakio, señaló que "se ha hecho justicia gracias a Dios" y que de este modo, su hijo por fin descansará en paz, aunque eso no les va a hacer olvidar.

Por su parte, el padre del asesinado, Filomeno Wzama, dijo no entender cómo todo el proceso judicial se ha ido complicando ya que en su opinión "estaba muy claro que había sido él", en alusión a José David Fuertes, quien había asesinado a su hijo.

Por su parte, el presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, señaló que aunque desde la acusación ejercida por su asociación confiaban en que se tuviera en cuenta el agravante de racismo, algo que no se ha aceptado, "globalmente" están satisfechos con la decisión del jurado.

Ibarra apuntó que en la sentencia se contempla que el acusado, portero de una discoteca situada en el polígono Costa Polvoranca de Alcorcón, "le apuñaló dos veces de forma súbita, sin posibilidad de defenderse y con abuso de superioridad". Además, destacó que con esta decisión, se pone fin a "cuatro años muy duros" para la familia de Ndombele.

PIDEN 18 AÑOS

Desde la acusación particular, el abogado Pedro Víctor de Bernardo Riaza, hizo hincapié en la importancia de que 8 de los 9 miembros del jurado hayan decidido que el acusado sea culpable "de asesinato y no de homicidio", término usado por el fiscal del caso para calificar los hechos. Al tener un tipo penal el asesinato de 15 a 20 años de encarcelamiento y al no haber sido aceptado el agravante de xenofobia que desde la acusación particular se demandaba, Riaza vio "coherente" pedir 18 años de prisión para el acusado, dado que es la mitad de ese intervalo.

Por último, su homólogo de la acusación popular, Marco Gómez de la Serna, confió en que la sentencia que se conocerá en los próximos días contemple esos 18 años debido a los hechos "sumamente graves" llevados a cabo "con una vileza y cobardía que son merecedores de una pena máxima". Además, admitió la dificultad de que se aceptara el agravante del racismo ya que eso es algo que "lleva cada persona dentro de sí" y de lo que es muy difícil conseguir pruebas "a no ser que el propio culpable lo confiese".

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