Parlamento catalán censura a Rajoy por la "ignonimia" de comparar la situación del castellano con el franquismo

El PP cree antidemocrático reprobar opiniones y dice la Cataluña oficial está lejos de la real

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 2 marzo 2006 15:32

BARCELONA, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

El pleno del Parlament de Cataluña censuró hoy con los votos de CiU, PSC, ERC e ICV-EA al presidente del PP, Mariano Rajoy, por la "comparación ignominiosa" de la situación del castellano en Cataluña con la represión franquista, y se instó al PP de Cataluña a que se desmarque de la campaña de "catalanofobia" en la que están inmersos los populares.

El portavoz del PP en el Parlament, Francesc Vendrell, fue el encargado de rebatir la resolución aprobada recordando que la reprobación de opiniones "es propia de los antiguos regímenes de la Europa del Este no democráticos".

En ausencia de Josep Piqué, el PP catalán se manifestó a favor de la estrategia del PP estatal y aseguró que trabajan para preservar "libertades". Vendrell concluyó que "la libertad está por encima de los derechos colectivos de los pueblos" y recordó que "en defensa de los derechos de los pueblos, hasta 1975 también se hizo otra política lingüística en Cataluña", en referencia al franquismo.

La resolución aprobada a instancias del PSC e ICV-EA no cita explícitamente a Rajoy pero sí se hace eco de una "campaña para desacreditar el modelo lingüístico de Cataluña" y de declaraciones que crean "artificialmente" un "clima de división y crispación para socavar la convivencia y conseguir réditos electorales". Además, se denuncia la "tergiversación y manipulación de la historia" y se obvia la "represión que la lengua y la cultura catalanas sufrieron durante la dictadura" de Franco.

Así, se constata la "indignidad democrática que supone ignorar la represión franquista" sobre la lengua catalana y se manifiesta la "solidaridad" con "todos aquellos que sufrieron la persecución y la represión" franquista por "defender y utilizar" el catalán. Además, se manifiesta el apoyo al modelo lingüístico vigente en Cataluña como elemento de "convivencia y cohesión social".

La diputada de CiU Carme-Laura Gil fue la protagonista de la intervención más dura en tanto testigo de los "miedos y los silencios estertóreos" por la prohibición de hablar el catalán más allá de las puertas de casa. Nacida en 1935, Gil recordó las "colas de prisioneros y las mujeres rapadas" y los intentos de "hacernos creer que no teníamos historia ni patria".

"Nuestra patria era la lengua que hablábamos en casa", dijo, por lo que aseguró "no puedo perdonar" las palabras de Rajoy, lo que fue rematado con los aplausos de parte de la Cámara.

Desde el PSC, Francesc Boya consideró las palabras de Rajoy "indignantes para la memoria histórica y para la verdad" y atribuyó su comparación "ignominiosa" con el franquismo a una "maledicencia política difícilmente explicable".

El portavoz parlamentario de ICV-EA, Joan Boada, denunció que Rajoy "olvida, ofende y menosprecia" a los "torturados y represaliados" por el franquismo y reivindicó una "declaración solemne de desagravio" del Parlament para estas personas. Pidió explícitamente al PP catalán que se desmarque de esta estrategia y gritó "basta de alentar el enfrentamiento territorial, de manipular la historia y de fomentar el anticatalanismo".

La diputada de ERC Marina Llansana abogó por "no hacer seguidismo de las declaraciones de un partido que en Cataluña tiene el apoyo que tiene y no más" y que ha caído en la "grave irresponsabilidad" de abonar la "confrontación civil". También Llansana pidió al PP catalán que renuncie a "dar cobertura a la catalanofobia".

La respuesta del PP fue contundente y por boca de Francesc Vendrell proclamó que "ni nos desmarcamos ni pedimos perdón". Recordó que el PP tiene 628.000 votos en Cataluña por los 650.000 de ERC, lo que hace a ambos partidos igual de "irrelevantes".

Para Vendrell, "sufrir o no el franquismo es un problema de edad de nacimiento" y señaló que "los que lo sufrimos sacamos conclusiones diferentes. La mía, es que la libertad está por encima de cualquier otra cosa".

Vendrell apostilló que "Cataluña es España, espero que por muchos años y por el bien de Cataluña, y el castellano es la lengua oficial de España, guste o no", y añadió que el PP no habla de bilingüismo o de lenguas maternas, sino de "libertad" de elegir, por ejemplo, la lengua en la que un padre quiere escolarizar a sus hijos".

En este sentido, aseguró que "el problema es que la Cataluña oficial está muy lejos de la Cataluña real", la primera "pretende ser monolingüe mientras la segunda es "bilingüe y usa una lengua u otra según le conviene". Añadió que el Parlament "es el exponente más claro del mundo de que esa Cataluña oficial no tiene nada que ver con la real".

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