BARCELONA, 4 Oct. (EUROPA PRESS) - Responsables de todos los partidos políticos catalanes, excepto el PP, se mostraron hoy en desacuerdo con la decisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de rebajar un punto el tramo que le corresponde al Ejecutivo regional en el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El conseller de Economía y Finanzas de la Generalitat, Antoni Castells, dijo que el margen para ese tipo de reducciones es "estrecho" y que con la Reforma Fiscal que entrará en vigor el 1 de enero de 2007 "en realidad ya han bajado el IRPF absorbido por las comunidades autónomas". El número 2 del PSC en las próximas elecciones autonómicas aseguró que "tenemos un IRPF bastante apropiado", pero admitió que en otros impuestos "sí sería necesario hacer reformas". El portavoz de CiU, Felip Puig, dijo que la reducción del IRPF es una reforma que "no nos podemos proponer todavía", aunque sí sugirió que se podría negociar la supresión del impuesto de Sucesión, "que supone sólo 500 millones de euros de los 15.600 que recaudó la Generalitat el año pasado" y que la Comunidad de Madrid ha prometido suprimir en 2007 para el entorno más próximo. Por su parte, el portavoz de ERC, Josep Huguet, coincidió con Castells en que "no hay mucho margen" y apostó en cambio por retirar el denominado 'céntimo sanitario' en las gasolinas "porque es un elemento inflacionario" y por vincular el impuesto de Sucesiones "al copago de dependencias". El ex conseller de Turismo, Comercio y Consumo de la Generalitat afirmó que tras la reducción del IRPF se esconde la "enorme irresponsabilidad de las Comunidades Autónomas que reciben inversiones directas" y que "están legitimando el 'dumping' (competencia desleal) fiscal". Según Huguet, las comunidades "que reciben dinero a espuertas" utilizan esas inversiones "para rebajar impuestos y convencer a las empresas de que se vayan de otras comunidades", una actitud que calificó de "espabilados y astutos que hacen 'dumping' a nuestra costa". También el portavoz parlamentario de ICV, Joan Boada, se mostró en desacuerdo con la reducción del IRPF, que supone menos descuentos en los salarios, porque "hay que equilibrar política económica con política social, y una sociedad con exclusión social no es competitiva". En cambio, el portavoz del PP, Francesc Vendrell, dijo coincidir en que se debe garantizar el bienestar social "pero para conseguirlo hay que producir riqueza y para eso se necesita reducir la presión fiscal". Los portavoces catalanes se reunieron hoy en un foro económico organizado por el Grupo Recoletos y durante el que detallaron las grandes líneas económicas de los programas electorales de sus respectivos partidos y debatieron sus propuestas junto a una veintena de personalidades del mundo económico.
