MADRID 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un total de 976 inmigrantes fueron interceptados en los últimos tres meses por la patrullera española 'Río Duero' cuando intentaban abandonar las costas de Mauritania con destino a las Islas Canarias. A bordo de cada cayuco los agentes españoles han podido contabilizar entre 60 y 124 personas, según explicó el teniente Manuel Ovidio Corredor.
En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, Corredor, comandante de la patrullera 'Río Duero' que vigila las costas mauritanas desde el pasado mes de mayo, afirmó que la presencia del barco español en la zona ha logrado reducir el número de inmigrantes que se atreven a zarpar a bordo de cayucos con destino a las costas canarias. "Son temerosos de los medios técnicos que tiene este barco y de que casi seguro que son detectados en la salida desde el puerto artesanal, que es el punto de partida más habitual y un sitio donde ejercemos bastante control" comentó. De hecho, según el comandante, la embarcación es ya muy conocida entre la población de la zona que, incluso, le ha puesto un apodo en árabe que significa 'el barco que ve más de noche que de día'.
En lo referente a las relaciones con las autoridades mauritanas, Corredor señaló que la colaboración está siendo "bastante buena" y que tras tres meses de trabajo conjunto y a pesar de las diferencias culturales y de idioma, se han ido limando las posibles asperezas llegando incluso a establecerse una relación de amistad en algunos casos concretos.
En la patrullera española el trabajo que se desempeña tiene una doble vertiente. Por un lado se lleva a cabo la función de interceptación del mayor número posible de cayucos antes de que partan hacia ese peligroso viaje a Canarias, y por otro realizan una labor docente de formación del personal de la gendarmería nacional mauritana "para que en el futuro puedan realizar esta función de forma autónoma en su propio litoral marítimo" explicó Corredor.
En el ámbito personal Corredor señaló el doble sentimiento que produce la realización de esta labor. "Aunque a veces su expresión es de haber sido salvados, en otras ocasiones lo que les estás haciendo es frustrarles sus sueños de alcanzar las costas españolas y un futuro mejor en el que habían depositado todas sus esperanzas", relató.