Perales asegura que se está cerrando con Medio Ambiente el acuerdo para que Andalucía gestione todas sus aguas fluviales

Actualizado: martes, 1 agosto 2006 15:36

Asegura que "no hay ningún riesgo para la unidad de la política hidráulica" porque el Estado se reserva la ordenación general

MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -

El secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica del PSOE, Alfonso Perales, asegura que se está cerrando un acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente para que Andalucía tenga la competencia sobre todas las aguas fluviales que transcurren por su territorio, entre ellas, las del río Guadalquivir en el 90 por ciento que discurre por esta comunidad.

En una entrevista concedida a Europa Press, Perales aseguró que el PSOE negocia con el ministerio y con su federación andaluza cómo recoger esta competencia en la reforma estatutaria, en la que ya trabaja el Congreso de los Diputados tras la aprobación en el Parlamento autonómico. Según añadió, Medio Ambiente "ha entendido las circunstancias especiales" de Andalucía "y ha abierto una vía de acuerdo".

Para ello, se estudian las posibilidades para plasmar esa cesión del Estado en el nuevo Estatuto; lo más probable según Perales, es que quede recogida en el articulado en vez de en una disposición adicional, como ahora plantea el texto que acaba de llegar al Congreso y que está en fase de enmiendas. "Sería la vía más propia", expuso.

Esas circunstancias "especiales" que defiende Alfonso Perales para que Andalucía gestione todas sus aguas fluviales son, por un lado y respecto al Guadalquivir, que el 90 por ciento del río discurre por territorio andaluz y que, además, la administración de estas aguas "no afecta a ninguna otra Comunidad Autónoma", puesto que las aguas desembocan en el mar.

SIN RIESGO PARA LA UNIDAD DE LA POLÍTICA HIDRÁULICA

"Andalucía tendrá las competencias de las aguas andaluzas del Guadalquivir en esta legislatura de acuerdo con el Estatuto", sentenció el dirigente socialista, que reconoció esta misma capacidad de gestión a otras CCAA, como Castilla y León con respecto al Duero (deberá respetarse el acuerdo con Portugal). En el caso castellano leonés, la comunidad también pide la gestión y según Perales, reúne como Andalucía condiciones "especiales" para tenerla: "el cien por ciento del río discurre por Castilla y León".

El dirigente del PSOE aclaró a continuación que estas reclamaciones autonómicas no suponen un riesgo para la unidad de la política hidráulica. "El Gobierno se reserva la ordenación general del ciclo hidráulico de toda España, ahí no hay ninguna duda. La administración hidráulica general la sigue conservando el Gobierno español", subrayó.

También agregó que la reforma de las confederaciones hidráulicas permitirá una mayor participación de las Comunidades Autónomas en estos órganos de gestión de las cuencas. "El Gobierno tiene pensado una modificación en profundidad de las delimitaciones de cuenca y de la organización y estructuras de las confederaciones, organismos anticuados y, en algún caso, poco eficaz".

AMBICIONES AUTONÓMICAS

Alfonso Perales defendió la "trama institucional" que se ha creado en España en 25 años de desarrollo autonómico y agregó que le parece "muy alentador y un ejemplo de normalidad institucional" el ciclo de reformas estatutarias abierto. A su juicio, no es un acto reflejo por la ambición demostrada por el País Vasco o Cataluña. "La grandeza del Estado de las Autonomías es que las CCAA tienen facultades y potestad para hacer lo que les convenga y crean necesario", dijo.

Aseguró que cuando se aprobó el Estatuto de la Comunidad Valenciana en las Cortes, el Parlamento "estableció unos límites", que "completó" cuando aprobó la reforma catalana. Y rechazó que otros procesos estatutarios quieran terminar como la reforma catalana. "No todas las CCAA tienen que aspirar a las mimas competencias y niveles de autoorganización", expuso. "¿Inviable? No. Sería un sinsentido. Creo que no es obligatorio imitar el Estatuto catalán".

Respecto a otras reforma estatutaria en marcha, la canaria, Alfonso Perales aseguró que el objetivo principal de su partido es que el PP se sume al consenso, alcanzado por el momento por los socialistas y Coalición Canaria. "Vamos a intentarlo. Hay una cosa sorprendente, novedosa, para algunos sospechosa: el PP ha pasado de votar en la ponencia que no a abstenerse en la comisión. Es alentador".

En cuanto a los contenidos de esta reforma, que aspira a ser ambiciosa como la catalana, según sus promotores, Perales señaló que esta Comunidad Autónoma tiene "singularidades" como su condición de región ultraperiférica, la "presión migratoria" que soporta, o las condiciones fiscales y económicas específicas. "Son características que habrá que estudiar con detenimiento", expuso.

LA OPOSICIÓN DEL PP

El dirigente socialista insistió en que no suenan "trompetas del apocalipsis" por las reformas en marcha. "Quien queda colgado de la brocha es el PP, que advirtió que España se destruía, o que no había nadie en España, según Rajoy, que quisiera la reforma de los Estatutos. Pero en Valencia, Baleares o Castilla y León, el PP promueve la reforma, y apoya la de Aragón", dijo.

Alfonso Perales censuró la posición del PP también hacia otra reforma que el PSOE quiere emprender, la constitucional. Y criticó que los 'populares' tomen como referencia el caso Alemán y aseguren, expuso Perales, que el Estado federal está recuperando competencias. "Todo eso es mentira. En Alemania, donde se ha reformado 50 veces la Constitución, el núcleo central de esta reforma es impedir que la Cámara Alta alemana bloquee el proceso legislativo alemán, que en una parte muy importante de las leyes tienen que pasar por el Bundesrat", explicó. "Han clarificado aún más la separación competencial", dijo.

Aseguró que no ve posible la reforma de la Carta Magna puesto que requiere el consenso del PP y éste no parece dispuesto en esta legislatura. "Volveremos a plantearlo, pero creemos que la estrategia del PP de acoso y derribo, de tierra quemada, no va a permitir el acuerdo en esos terrenos. El PP no está por la labor de dar ninguna facilidad ni siquiera en cosas que, por sentido común, cualquier persona estaría de acuerdo, como es la reforma del Senado", concluyó.