El periodista Jesús Bastante ve en Setién "obsesión" por equiparar violencias y defender negociar con ETA con pistolas

Europa Press Nacional
Actualizado: viernes, 19 mayo 2006 16:49

MADRID 19 May. (EUROPA PRESS) -

El periodista de información socio-religiosa de 'ABC', Jesús Bastante, destacó hoy la "obsesión" del obispo emérito de San Sebastián, José María Setién, por equiparar las distintas violencias, condenando "de igual manera" los atentados terroristas y los tiroteos entre etarras y guardias civiles y legitimar ciertas actitudes violentas. Además, explicó que el discurso de este "ser hermético" basado en principios ideológicos "inamovibles" defiende que ETA tiene derecho a participar en el "llamado problema vasco aunque haya pistolas sobre la mesa" por creer que es una cuestión "eminentemente política".

"Él no justifica ninguna violencia, pero pone en igual término de gravedad, equipara, cualquier cuestión que él considera violencia", afirmó este experto en información religiosa en la rueda de prensa de presentación de su libro 'Setién. Un pastor entre lobos', publicado por La esfera de los libros. En su obra, subraya que Setién condena asesinatos, extorsiones y secuestros pero no escribe la palabra ETA en un escrito firmado por él hasta 1984, en el mismo momento en que cita a los GAL y a una "supuesta actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado contra unos jóvenes vascos".

En este sentido, Bastante insiste en que el obispo emérito de San Sebastián cuando condena a ETA habla también de que todavía existen torturas y defiende el acercamiento de presos. Según el también fundador del Consejo Editorial de 'religiondigital.com', a la hora de condenar atentados, alude inmediatamente a que no se pueden permitir estos actos violentos "por muy éticas y necesarias" que sean las propuestas de la banda terrorista, intentado dar salida a las pretensiones de ETA.

El plan "muy definido" de este obispo en su discurso es --según Bastante-- que el llamado problema vasco existe también desde la perspectiva de los que matan y que la independencia de Euskadi es un objetivo "perfectamente perseguible" y una posibilidad real y positiva, tal y como recoge de una frase de Setién de 1985. Asimismo, recalca en su libro que el obispo emérito de San Sebastián también defiende desde 1975 el derecho a la autodeterminación y, desde la Transición, la salida ética a las tesis de ETA.

Para Setién, ni la Constitución ni el Estatuto sirven para la configuración del presente y futuro del País Vasco, que habrán de decidirlo "un tipo de vascos", tal y como resalta este columnista de la revista '21RS', quien considera que, por todo ello, "el independentismo vasco le estará eternamente agradecido". Asimismo, lamentó que Setién exprese "meridianamente" la distancia entre sus dos rebaños: las víctimas y los lobos que asesinan pero que también son parte del rebaño.

JUAN PABLO PERCIBIÓ QUE NO ERA DE FIAR

Sobre por qué el Vaticano mantuvo tanto tiempo a este obispo, Bastante explicó que la Santa Sede siempre ha pensado que la "cuestión vasca" era un tema sobre el que tenían que hablar sólo los obispos vascos y se fiaban "bastante" de su opinión, manteniendo durante todo este tiempo una "cierta distancia" con lo que sucedía en Euskadi y con la tesis de que el independentismo o el nacionalismo en sí no tiene por qué ser malo. No obstante, aseguró que en 1982, cuando el Papa Juan Pablo II visita Loyola, ya tiene una percepción de que Setién "no es un elemento de fiar" para conocer todo lo que sucede en el País Vasco.

Asimismo, al tratarse de una figura "imprescindible, un maestro de obispos, un cráneo privilegiado, que tiene contactos con todo el mundo" y con "muchos valedores" en el Vaticano, el autor de 'Setién. Un pastor entre lobos' cree que Setién hubiera aguantado durante mucho más tiempo en San Sebastián si no hubiera fracasado la tregua de 1999. "Él puso todo su empeño en que eso funcionara", señaló este periodista, asegurando la existencia de un "cese claro" por su parte a causa de que la tregua fracasó.

Además de todas estas cuestiones que se exponen a lo largo de nueve capítulos, el escritor de esta biografía no autorizada, porque Setién no quiso participar directamente, y en la que se da una "verdadera imagen" de su persona a través de sus propios textos relata en el primero las amenazas recibidas por el obispo emérito de San Sebastián por parte de ETA y de las Fuerzas de Seguridad en los años inmediatamente posteriores a la Transición. Y concluye la obra con un epílogo en el que subraya que "ahora sí que José María Setién tiene un importante papel que jugar", al ser uno de los "hombres de confianza" del lehendakari Juan José Ibarreche.

"A este Gobierno no le importaría la mediación, si bien indirecta, de Setién, sabedor de que la tarea de la Iglesia es indispensable para la paz en Euskadi y de que, en cierto modo, la palabra de un obispo emérito sería un frente más de los muchos abiertos entre Iglesia y Estado en España", añade Bastante, quien reconoció que durante la elaboración de esta obra sufrió una especie de Síndrome de Estocolmo pensando que se estaba creando un monstruo de este personaje cuando en realidad no lo era. Finalmente, alerta de que "lamentablemente, nadie sabe hasta dónde será capa de llegar Setién".

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