BARCELONA, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
El candidato de CiU a la Presidencia de la Generalitat, Artur Mas, advirtió hoy que si el trámite en las Cortes no permite modificar las cifras de inversiones estatales en infraestructuras en Catalunya propuestas por el Gobierno central, "un futuro Gobierno de CiU no dará por bueno el cómputo de 2007 como año inicial de aplicación de la disposición adicional tercera del Estatut".
Así, avisó que si los Presupuestos Generales del Estado para 2007 se aprueban con la inversión estatal en Catalunya prevista, que para Catalunya supone, señaló, "un 14% del total, cuando debería alcanzar el 18,85%" según el Estatut, CiU reclamará que los siete años de equivalencia con el porcentaje del PIB "empiecen a contar a partir de 2008".
"Un futuro Gobierno liderado por CiU no permitirá que se imponga el criterio" de cálculo de las inversiones estatales utilizado por el Gobierno del PSOE para contabilizar la inversión estatal en Catalunya en los presupuestos del año próximo, y que computa el 18,8% para Catalunya "sólo de las inversiones del ministerio de Fomento y de Medio Ambiente y no de toda la inversión estatal, ni siquiera de toda la inversión territorializable".
En este sentido, denunció que "las necesidades electorales de un sólo partido", en alusión al PSC, "no pueden hipotecar siete años enteros del futuro de Catalunya".
Mas criticó que "a través de propaganda" en los periódicos, el PSC "intente demostrar que se invierte ahora más que nunca" en Catalunya cuando, señaló, "la gráfica" de evolución elaborada "con cifras oficiales de la memoria de los presupuestos del Ministerio de Economía" demuestran que este 14% de la inversión regionalizada que corresponderá a Catalunya en 2007 "es el porcentaje más bajo desde 1998 a excepción solamente de 1999", que consiguió poco más del 11%.
El líder de CiU explicó que el "objetivo" de esta cláusula pactada para la disposición adicional tercera del Estatut en su reunión con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "era garantizar que en los próximos 7 años Catalunya tendría cifras de inversión similares a las que tuvo en 2002 y 2003", presupuestos en los que obtuvo los mayores porcentajes de inversión regionalizada hasta hoy (16,7% y 18,6% respectivamente).
Mas lamentó el "vodevil propagandístico de alta intensidad y baja calidad" que, a su entender, ha puesto en marcha el PSC tras sus "conversaciones" con el PSOE para pactar la aplicación de la cláusula de inversiones estatales que prevé el Estatut. En este sentido, criticó que el conseller de Economía, Antoni Castells, defina como "conversaciones" con el PSOE lo que "deberían haber sido negociaciones".
"Hemos de cambiar las conversaciones por negociaciones y tenemos que ponernos duros", afirmó Mas, hablando de un hipotético Gobierno futuro que, insistió, "ha de ser un Gobierno fuerte, con un proyecto único, liderazgo e independencia política de los partidos estatales".
"LA NUEVA FINANCIACIÓN SE HA DE APLICAR EN 2008".
Unas negociaciones que extendió también a la concreción del nuevo modelo de financiación que incorpora el Estatut, sobre el que advirtió también que su partido, en caso de llegar a la Generalitat tras las elecciones del 1 de noviembre, "no aceptará que entre en vigor a partir de 2009" como, según algunas informaciones, pretende el Gobierno central.
Para Mas, el nuevo sistema de financiación "se ha de negociar a lo largo de 2007 para que pueda aplicarse ya en 2008" porque "no tiene sentido perder un año entero sólo porque en 2008 haya elecciones generales".
Durante un almuerzo con empresarios del Círculo de Infraestructuras en Barcelona, Mas denunció que por el hecho de tener "las elecciones autonómicas catalanas a 30 días vista" el debate sobre las inversiones estatales en Catalunya "que debería haber sido un debate de país desarrollado de forma conjunta" con el Estado se haya convertido en "auténticas carreras para querer llevarse el mérito de la negociación que ha acabado como ha acabado".
"ESCASEZ DE PROYECTOS" EN INFRAESTRUCTURAS.
Además del porcentaje, Mas criticó también la cartera de proyectos de infraestructuras prevista en los Presupuestos Generales del Estado para 2007, que, a su entender, "después del AVE y de la ampliación de El Prat es prácticamente inexistente".
Ante esta "escasez de proyectos nuevos" del Estado, Mas consideró "urgentísimo" que "a partir del 1-N" el futuro Gobierno catalán "sea el gran promotor de los proyectos de infraestructuras" a los que se ha de destinar la inversión estatal, e incluso que, "por delegación del Estado, pueda ejecutar" algunos de ellos.
Según Mas, el Ejecutivo surgido de las elecciones del 1-N deberá trabajar para "constituir inmediatamente la Comisión Mixta" Estado-Generalitat que debe acordar las infraestructuras prioritarias para Catalunya y, además, "llevar al Parlament un Pacto Nacional sobre Infraestructuras que se apruebe con el máximo consenso posible, que no significa necesariamente unanimidad", para preservar los grandes proyectos de posibles cambios políticos en la administración.
Asimismo, apostó por crear "una comisión parlamentaria de seguimiento" de las obras de infraestructuras tanto de la Generalitat como estatales y por "llenar la cartera de nuevos proyectos" en el próximo "año o año y medio" de legislatura.
Mas definió también sus prioridades en este campo, que pasan por conseguir "un régimen especial para los puertos de Tarragona y Barcelona" y acordar "el traspaso de la gestión de los aeropuertos" catalanes, en especial la creación del consorcio de El Prat en el que "las instituciones catalanas deben tener un peso superior al 50%", señaló.
También abogó por hallar "una solución pactada" para el traspaso de los trenes de cercanías a la Generalitat y "resolver la congestión del corredor del Mediterráneo" tanto en su infraestructura ferroviaria como en la viaria.