CORDOBA 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministerio público pide 23 años de cárcel para G.Z., de nacionalidad rumana, acusado de matar y robar a un hombre que le ofreció su casa para vivir, en Córdoba, después de que el acusado le dijera que no tenía trabajo y que dormía en la calle.
Según la calificación del fiscal a la que ha tenido acceso Europa Press, los hechos comenzaron a principios del mes de diciembre de 2004, cuando G.Z. en compañía de otra persona cuya identidad no se ha acreditado abordaron en la avenida de América de Córdoba, a la altura de la estación de tren, a la víctima y, tras mantener una conversación con él, en la que el acusado le manifestó que se encontraba sin trabajo, sin documentación y que dormía en la calle, la víctima le dio el teléfono de su casa para que lo llamara al día siguiente y concertar una cita.
El día después, el perjudicado quedó con el acusado en el mismo lugar donde se había conocido, sin que G.Z. acudiera. Sin embargo, al día siguiente, sobre las 19.00 horas, y después de que el acusado lo hubiera llamado, se citaron en las cercanías de la estación de autobuses. A partir de esa fecha y hasta que ocurrieron los hechos, el procesado inició una relación de convivencia con la víctima en su domicilio.
Desde entonces y hasta el 14 de diciembre de 2005, G.Z. logró ganarse la confianza de él hasta el punto de que el fallecido había comentado a un amigo que se encontraba muy feliz y que era la primera persona que le trataba con tanto cariño. Igualmente, durante estos días el supuesto agresor y la víctima acudieron a diferentes establecimientos de la ciudad con el fin de suministrarle ropa y lo que aquel precisara, sin que conste que le diera dinero.
Sin embargo, según el escrito del fiscal, la intención de G.Z. y de la persona cuya identidad no se ha acreditado, "fue desde el primer momento, apropiarse del dinero que él pudiera tener, sin importarle los medios que tuvieran que utilizar para conseguirlos".
De esta forma, el acusado se citó el 14 de diciembre de 2005 con la persona cuya identidad no se ha acreditado y al menos hasta las 16.30 horas de ese día, G.Z. estuvo en el domicilio de la víctima, marchándose hacia un lugar no determinado, donde se encontró con la persona no identificada, posiblemente de nacionalidad rumana. Ambos decidieron volver a casa "con el fin de extorsionarle y utilizando todos los medios que fueran necesarios e incluso causarle la muerte para conseguir que les entregara el dinero que aquel tenía".
Así, alrededor de las 21.00 horas, se dirigieron al domicilio de la víctima y nada más entrar al 'hall' de la vivienda y sin mediar palabra, el acusado le golpeó dándole un puñetazo en el estómago con el fin de amedrentarlo, a la vez que la otra persona no identificada le cogía por el cuello.
Puesto que la víctima no accedía a las pretensiones de los asaltantes, G.Z. cogió una botella de cristal con la que le golpeó por detrás en la cabeza, quedando éste conmocinado. Aprovechando esta circunstancia, los dos agresores le ataron los tobillos junto con las muñecas y para evitar que el perjudicado gritara lo amortajaron y le introdujeron un calcetín en la boca.
Posteriormente, lo arrastraron hasta el cuarto de baño, lo cogieron por el cuello con el fin de quitarle la vida y aprovechándose de que la víctima no podía defenderse al estar atado y conmocionado, lo estrangularon hasta que le causaron la muerte por asfixia.
El acusado en compañía de la otra persona, se quedaron en el domicilio, donde tras registrarlo se apropiaron de 20 euros. Posteriormente, el acusado y su compañero se marcharon del lugar y cogieron un tren hacia Barcelona donde G.Z. fue detenido el 16 de diciembre de 2005 por la Policía Nacional.