Piden 9 años de cárcel para un padre y sus dos hijos gemelos por intentar matar a un vecino de Salvaterra (Pontevedra)

Actualizado: miércoles, 19 abril 2006 17:36

Uno de los jóvenes reconoció que "se le fue la mano" al golpear al denunciante en la cabeza con una barra de hierro

PONTEVEDRA, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

El vecino de la localidad pontevedresa de Salvaterra Augusto D.A. y sus hijos gemelos Carlos y Pablo, de 22 años de edad, fueron juzgados hoy en la Audiencia Provincial de Pontevedra acusados de intentar matar a su vecino Miguel Ángel G.C., hecho por el que la acusación particular solicita nueve años de prisión para cada uno de los tres acusados.

Uno de los chicos, Pablo, reconoció que le propinó a su vecino un golpe en la cabeza con una barra de hierro. El impacto le mantuvo en coma varios días y, según los médicos forenses, "podría haberle matado si no hubiera recibido asistencia médica de forma inmediata".

El joven alegó que fue un acto "impulsivo" en un momento de "máximo nerviosismo", que relacionó con una serie de problemas que tenían con el hermano menor de la víctima, con quien, justamente, unos días antes habían acudido a un juicio en el Juzgado de Menores, en relación con una pelea.

Augusto D. se acogió a su derecho a no declarar, pero sus hijos explicaron al juez que continuamente eran objeto de agresiones y amenazas. En concreto, recordaron que en diciembre de 2002 la situación "se crispó" porque su padre "salió a tomar un café y regresó enseguida diciendo que Miguel Ángel le pegó".

Los hermanos declararon que se alteraron "mucho" y, tras decidir ir al bar a pedirle explicaciones al vecino, por el camino pasaron ante una obra de la que Pablo cogió una barra de hierro.

Posteriormente, se encontraron con el citado vecino cuando éste abandonaba el bar, pero al verles correr hacia él con la barra de hierro volvió a entrar en el local, se refugió en la cocina y allí recibió el golpe que le dejó inconsciente.

"SE ME HA IDO LA MANO"

Pablo D. explicó que se quedó paralizado pensando "se me ha ido la mano", y dijo en voz alta "creo que lo maté". No obstante, negó que su padre le respondiera "es lo mejor que has podido hacer", tal como sostiene la acusación particular.

Asimismo, el denunciante señaló que entiende que, aunque fue un hijo quien propinó el golpe, su hermano y su padre colaboraron cortándole el paso para "acorralarle" en la cocina.

Por su parte, Miguel Ángel G. declaró que fue agredido "sin mediar ningún tipo de incidente previo" y, aunque reconoció que entre los jóvenes de ambas familias había problemas, aseguró que él se mantenía al margen. "Yo voy a mi rollo", concluyó.