JAÉN, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Jaén acoge desde hoy el juicio contra un padre y sus dos hijos acusados de matar a otro hombre, un suceso por el que el ministerio fiscal solicita que cada uno de ellos sea condenado por un delito de asesinato a 18 años de cárcel más dos años y medio de prisión por un delito de tenencia ilícita de armas.
El juicio comenzó hoy con la designación de los miembros del jurado, integrado por ocho hombres y una mujer, más otro hombre y otra mujer de suplentes, a los que cada una de las partes presentadas en el proceso explicó su calificación de los hechos.
Así, el ministerio público justificó que hay "mucha prueba de cargo" contra los tres acusados pues el "asesinato" fue presenciado por la mujer de la víctima y su hija, cuyos testimonios están corroborados por las diferentes pruebas practicadas, según alegó.
Según el relato de la fiscal, los hechos se desarrollaron en la tarde del 3 de febrero de 2006 en Linares (Jaén), cuando los tres procesados estaban realizando la mudanza de sus cosas a una casa ubicada frente a la de la víctima hasta que, sobre las 19,30 horas, el fallecido salió de su domicilio y les recriminó por un problema que había tenido antes con uno de ellos, con lo que todos se enzarzaron en una discusión.
En este punto, la fiscal expuso que la mujer de la víctima, viendo la "tensión" del ambiente, cogió al hombre y le introdujo dentro de la casa, tras lo que los otros tres se dirigieron a su domicilio, sacaron dos armas y empezaron a disparar para provocar la salida del otro. Así pues afirmó al jurado que cuando la víctima fue a abrir la puerta de su casa para salir recibió un impacto de bala en la cabeza y murió. La fiscal subrayó que después dos de ellos se entregaron y que al tiempo se descubrió al tercero en el Puerto de Santa María donde le intervinieron las armas.
Tras la exposición del ministerio fiscal le tocó el turno a la acusación particular, cuyo letrado reclama que sean condenados a 20 años de prisión por un delito de asesinato y tres años más por tenencia ilícita de armas y, en concepto de responsabilidad civil, exige una indemnización de 200.000 euros. Este abogado subrayó, entre otros aspectos, que el fallecido era una persona "extraordinaria" y que murió de la manera "más horrible" por la "crueldad" de los tres acusados.
LAS DEFENSAS
Por su parte, la defensa del padre, identificado como Diego M.M., de 54 años de edad, expuso que si bien disparó el arma que llevaba no puede ser condenado por asesinato porque actuó en defensa propia y, además, insistió en que la declaración de la mujer de la víctima "va cambiando" según va recibiendo asesoramiento.
De igual modo, el abogado del hijo de mayor de edad, Joaquín M.F., de 34 años, subrayó que este no es autor del disparo y que tiene un trastorno de personalidad de "difícil diagnóstico" que le hizo que en ese momento no supiera discernir la ilicitud de lo que estaba pasando. Asimismo, señaló que era la familia de la víctima la que se oponía a que ellos se mudaran a esa casa y que si sacó el arma fue en legítima defensa.
Finalmente, el abogado del otro hijo, Sebastián M.F., de 22 años, argumentó que su cliente ni siquiera estaba en la calle Camino del Madroño en la que se desarrollaron estos hechos y que él se llevó al Puerto de Santa María las armas que le dieron su padre y su hermano porque tenía "miedo por su vida".
Una vez que cada una de las partes personadas en este proceso penal detalló a los miembros del jurado sus escritos de calificación la sesión se interrumpió hasta esta tarde, cuando se retomará previsiblemente con la declaración de los acusados.
