Piqué condiciona su continuidad a un "gran fracaso" electoral y avisa que el PP no va a cambiar de actitud para pactar

Ve un "fuerte grado de confusión" en torno al 11-M pero asegura que el PP no hace de eso un eje de su acción política

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 3 octubre 2006 14:20

MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, condicionó hoy su continuidad en la vida política a un "gran fracaso" electoral en las elecciones autonómicas del próximo 1 de noviembre en su CCAA, si bien puntualizó que "como eso no va a ser así", sus contrincantes van a tener que soportarle "durante un tiempo".

Durante su intervención en el Fórum Europa, contestó así a una pregunta acerca de si su futuro político está vinculado a la próxima legislatura catalana o a la continuidad de Mariano Rajoy al frente del PP. "Mi compromiso político está ligado a mi voluntad de luchar por determinadas cosas, algo que por definición tiene carácter indefinido. Otra cuestión es que en política hay otra circunstancia que sí te puede echar de la política, que es un gran fracaso electoral, pero como no va a ser así, van a tener que soportarme un tiempo", señaló.

En este sentido, recalcó que el PP no se ha "ofrecido" ni a CiU, ni a "nadie" para formar gobierno en Cataluña, ya que no ve planteamientos por parte de las otras fuerzas políticas que respondan a la "misma filosofía" de Gobierno que el PP. Añadió, además, que no va a haber "apoyos gratis, ni cheques en blanco", por "dignidad política". Resaltó que los que tienen que "cambiar de actitud son los demás", porque el PP "es lo que es", al tiempo que lamentó que, en Cataluña, cuando "no hay ideas, lo rentable es ir contra el PP".

Piqué insistió en que él no se ha "ofrecido nadie", si bien manifestó su disposición a participar en responsabilidades de Gobierno, siempre y cuando puedan aplicar su programa, "al menos parcialmente". "Todos sabemos que llegará algún día en que el PP ganará las elecciones por mayoría absoluta en Cataluña y podrá gobernar en mayoría, pero ahora no es una posibilidad, como tampoco para que otro pueda gobernar con esa mayoría, por lo que serán necesarias combinaciones de Gobierno", explicó.

Asimismo, afirmó que no ve "contradicción" entre tener responsabilidades de Gobierno y tener que utilizar el Estatut, un marco legal que los populares no comparten, pero que es el "legítimamente vigente". Avanzó que si el PP tiene responsabilidades de Gobierno, dejará "sin aplicar" todos los aspectos "intervencionistas" del texto estatutario, y aseguró que tendrían una aproximación "muy liberal".

PGE Y PROPUESTAS ECONÓMICAS

Respecto a la inversión del Estado en Cataluña contemplada en los PGE para 2007, Piqué resaltó la "confusión total" de cifras, y afirmó que lo que se está diciendo "no responde a la verdad" y tiene "truco detrás", si bien no quiso explicar a qué se refería concretamente. Eso sí, matizó que el problema no es discutir la cantidad real, sino el grado de cumplimiento de ejecución de las obras y el que el Gobierno de Cataluña deje que se lleven a cabo.

Además, vaticinó que las cuentas de las CCAA no cuadrarán si cada una quiere recibir en función de los criterios que más le beneficien, por lo que indicó que España se está metiendo en una "dinámica disparatada". Por tanto, señaló que se puede mejorar el sistema de financiación de las Comunidades, porque éstas "necesitan más recursos", pero apostó por que "redistribuir" el dinero para que el beneficiado sea el ciudadano.

Por otro lado, comentó algunas de las medidas económicas que el PP catalán lleva en su programa electoral, entre las que destacó la rebaja de un punto en el tramo autonómico del IRPF, como recientemente ha propuesto la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Junto a esto, apostó por la supresión del impuesto de sucesiones o la supresión gradual del impuesto sobre el patrimonio y la disminución de actos jurídicos documentados y transmisiones patrimoniales.

Según dijo, al PP le gusta bajar los impuestos, como ha demostrado en aquellos lugares donde gobierna, mientras que "a otros, como a los socialistas, no les gusta", y recordó que el propio candidato del PSC, José Montilla, "ha dicho que no piensa bajarlos". También criticó que CiU prometa ahora rebajas de impuestos, cuando no lo hizo durante los años en los que gobernó en la CCAA.

El líder popular subrayó que en su programa también hay medidas de apoyo a las familias, pero eso sí, precisó que sin "concesiones a la galería", y criticó el "espectáculo de ofrecimientos" de Mas y Montilla. Para concluir este apartado, recordó que su partido ha propuesto también rebajas en los impuestos y tasas que graban los créditos hipotecarios, así como la revisión de todo el esquema de tasas.

INMIGRACIÓN

Continuando con el contenido del programa electoral del PP para Cataluña, explicó que éste se centrará en lo que verdaderamente preocupa a los ciudadanos, algo que, según argumentó, se centra en inmigración, inseguridad ciudadana, vivienda y problemas económicos. Respecto a inmigración, abogó por trabajar con seriedad y escapando de planteamientos "simplistas y frivolidades".

Así, planteó la pertinencia de trabajar por la inmigración regular, con capacidad de integración a través de puestos de trabajo, con una política común de la Unión Europea que controle las fronteras exteriores, con cooperación y desarrollo, al tiempo que reclamó al Estado que desarrolle y aplique leyes y no realice más regularizaciones masivas. Vio como "buena idea" la creación de una Consejería de Inmigración, como ha hecho la Comunidad de Madrid.

En este sentido, recordó que la Ley de Extranjería actual, "que está bien", fue pactada entre PP y PSOE, y añadió que "lo que hay que hacer ahora es aplicarla, en particular el régimen sancionador". "El Gobierno cambió de opinión y ahora tiene que asumir sus errores, debe rectificar, y entonces contará con la responsabilidad del PP, pero no puede pretender endosarnos su fracaso", afirmó.

Piqué relacionó la inmigración con el concepto de extrema derecha, y señaló que "afortunadamente" ésta tiene "escasísima" representatividad y "presencia" en España. Eso sí, alertó de que hay que gestionar bien la inmigración para que desde esa extrema derecha no surjan formaciones que "con demagogia y frivolidad" quieran aprovechar el "miedo" de los ciudadanos para lograr un mayor espacio político.

11-M Y ETA

En lo que se refiere a las últimas investigaciones en torno a los atentados del 11-M, apuntó que el PP está haciendo "lo que tiene que hacer", porque hay que seguir hablando de lo que preocupa a los ciudadanos, al tiempo que recalcó que existe un "grado de confusión muy fuerte" en este asunto. En cualquier caso, defendió la posibilidad de "trabajar en todos los campos a la vez" y no centrarse exclusivamente en el 11-M, y negó que su partido se haya dejado arrastrar por una "guerra de medios de comunicación".

"No tenemos que hacer de este tema nuestro eje de acción, y no lo estamos haciendo, porque hay muchos más temas que tratar, como los que he comentado hoy. No creo que en el PP no haya nadie que no pueda compartir esto que digo, y compartir lo que dije en su momento", aseguró.

Por otro lado, criticó el traslado al Parlamento Europeo del debate sobre el proceso de paz, y aseguró que tiene una "impresión pésima" de esta iniciativa, ya que el Gobierno se ha metido en una "deriva absolutamente inconveniente". Añadió, asimismo, que ningún Gobierno europeo hubiera permitido que una cuestión así se debatiera en el Parlamento de la UE.

Para concluir, preguntado acerca de la situación de RTVE, destacó que el ente público "no podía seguir como estaba", si bien matizó que otra cuestión es que las cosas se hagan con un determinado coste y de forma "no muy transparente". Así, subrayó que se va a producir un ajuste laboral con un coste "muy alto" y lamentó que no haya un cambio en el modelo de gestión.

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