Piqué descarta abandonar la política por "obligación política y moral" de "luchar hasta el final"

Actualizado: miércoles, 8 febrero 2006 13:21

BARCELONA, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, aseguró hoy que tras su "larga conversación con Mariano Rajoy", a raíz de la crisis entre el PP catalán y la dirección estatal, comprendió que su "obligación política y también personal y moral" es hoy la de "luchar hasta el final" para que prevalezca el "sentido común" en el debate político.

En una entrevista a TVE recogida por Europa Press, Piqué reconoció que en los días de la crisis él mismo hizo "la reflexión" de que la vida política de cualquier persona "tiene fecha de caducidad" y "puede llegar un momento en que puedes llegar a ser un obstáculo para que prospere" el proyecto político del grupo "y has de dar el relevo a otras personas".

"Yo he hecho esa reflexión durante estos días, pero después de una larga conversación con Mariano Rajoy creo que mi obligación política, y también personal y moral, es luchar hasta el final para que se introduzca algo de racionalidad y sentido común en unos momentos de tanta turbulencia", afirmó.

Piqué aseguró que dentro del PP "todos tenemos la misma alma" política aunque hay "estilos distintos de expresarse y personalidades distintas", pero reprochó que se arme "tremendo lío" cuando "alguien interpreta que hay diferencias de opinión, aunque sean de matiz" dentro del PP y en cambio "oigamos a Bono, a Maragall o a Nadal" discutir "y no pasa nada".

El líder del PP catalán dijo sentirse "sorprendido" por la repercusión que tienen las diferencias internas entre los populares "porque la exposición de discrepancias y enfrentamientos personales en el PSOE es infinitamente mayor que en el PP".

En este sentido, aseguró que el ex presidente del PP catalán Aleix Vidal-Quadras "tiene derecho a opinar lo que quiera siempre que lo haga con lealtad al partido" y "yo soy el presidente del partido", matizó, y puntualizó además que Vidal-Quadras "no es militante del PP de Cataluña".

Asimismo, negó que el PP defendiera "una línea confrontación eterna contra los nacionalismos", dado que si así fuera "José María Aznar no hubiera sido presidente del Gobierno" con los votos de CiU ni se hubieran producido acuerdos de legislatura con la federación catalana.

Piqué explicó que su decisión de dejar el su cargo en el Ministerio de Asuntos Exteriores para volver a la política catalana fue "difícil" pero partió de la "convicción estratégica" de que "la política catalana entraba en el postpujolismo, que abría una perspectiva de que CiU pudiera pasar a la oposición", y que desde el PP "estábamos convencidos que seguiríamos gobernando España, por lo que el PP catalán podía jugar un papel" de "interlocutor de la política catalana con el Gobierno del Estado", algo que no fue posible al perder las elecciones generales.

"Tampoco podíamos prever que el debate político iba a estar tan enfermizamente dominado por el debate estatutario, y en lugar de que pasara lo previsible, que si había un gobierno de izquierdas no nos íbamos a meter tan de lleno en los debates identitarios y de sentimientos", ocurrió al contrario, añadió.