MADRID 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP catalán, Josep Piqué, aseguró esta tarde que la Generalitat de Catalunya se "equivoca" al pensar que el "importante" problema que existe actualmente con la vivienda en España se puede solucionar aplicando "medidas intervencionistas" de "dudosa constitucionalidad" y propias de un planteamiento "decimonónico".
El líder de los populares catalanes, que hoy participó en Madrid en la Conferencia Nacional de Economía y Política social del PP, se refirió así al proyecto de ley de derecho a la vivienda aprobado por el Gobierno de Catalunya, que contempla en casos extremos "expropiaciones temporales" para fomentar el uso en alquiler de vivienda desocupada.
En esta línea, Piqué enfatizó que se trata de una medida que, además, es un "profundo error" propio de un planteamiento "completamente obsoleto" --"no diré ya del siglo pasado sino "decimonónico", apostilló-- que genera "incertidumbre" e "inseguridad jurídica".
"La cabra tira al monte", enfatizó Piqué, "y la izquierda siempre acaba pensando que para resolver los problemas lo que hay que hacer es ir en contra del derecho de propiedad y la libre disposición de los activos por parte de las personas físicas o jurídicas".
VALORACIÓN DEL CONSELL CONSOLTIU
En este sentido, el líder del PP de Catalunya explicó que el partido ha pedido una valoración al Consell Consoltiu al opinar que "desde el punto de vista legal" es "enormemente dudoso". Además, los populares recurrirán al Parlament y a todas las instancias institucionales para que se vaya al "fondo del problema" de la vivienda, que no va asociado a "medidas brutalmente intervencionistas" y "dudosamente constitucionales".
Por ello, pidió al Gobierno catalán que se vaya al fondo de la cuestión y se preocupe por saber la repercusión que sobre el precio de la vivienda tienen otros factores como el precio del suelo o la financiación de las corporaciones locales, entre otras cuestiones.
Para el líder del PP catalán se trata de un "tema complejo" que requiere "respuestas complejas", por lo que consideró que "lo último" que se necesita son soluciones de tipo "absolutamente demagógico" que "sólo pueden convencer al movimiento okupa pero que nada tienen que ver con el problema real".