MADRID, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP catalán, Josep Piqué, aseguró hoy que puede que su partido llegue a "territorios de encuentro" con CiU tras las elecciones autonómicas del 1 de noviembre, aunque quiso no especular sobre los resultados de los comicios. No obstante, en lo que sí que se mostró convencido es en que se reeditará el tripartito si estas formaciones suman mayoría absoluta y "gane quien gane" el próximo 1 de noviembre.
"Puede haber territorios de encuentro con CiU, pero yo me he comprometido a no especular. El 2 de noviembre veremos los resultados y analizaremos qué es lo que se puede hacer pensando en la estabilidad institucional y en la gobernabilidad de Cataluña", manifestó Piqué durante el desayuno informativo de Europa Press, patrocinado por Banif, Sun Microsystems, Telefónica y Thomson Aranzadi, al que acudieron, entre otros, el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón.
Preguntado en este sentido sobre si el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP contra el Estatut de Cataluña impide un pacto de gobernabilidad con CiU, el dirigente 'popular' catalán, tras defender la decisión tomada por su partido, se mostró partidario de "no especular" con estos temas porque, a su juicio, lo único que se consigue es "confundir a los ciudadanos".
El PP, explicó Piqué, mostró desde el principio su apoyo al debate de una reforma del Estatut, pero "nos encontramos que lo que se planteaba era un cambio radical del marco institucional que afectaba no sólo a la letra sino al espíritu de la Constitución".
Es por ello, dijo, por lo que se posicionaron contrarios al Estatut y, de hecho, presentaron un recurso ante el Tribunal Constitucionalidad, algo que ha sido interpretado por algunas fuerzas políticas como una "agresión". Al respecto, se preguntó retóricamente por qué, "si tan seguros los que defienden la constitucionalidad del texto, se les ha notado el miedo a que el TC se pronuncie".
Tras criticar, además, el actual texto estatutario por "intervencionista", Piqué señaló que puede que en este aspecto haya "territorios de encuentro" entre PP y CIU, así como en las críticas al Título I del texto, sobre Derechos y Deberes. "Ahí puede haber territorios de encuentro con CiU", apuntó.
Por último, el dirigente catalán reiteró que el Estatuto catalán es ley, pero que su aplicación no tiene por qué ser sólo una. "Puede ser un instrumento pésimo en manos de un Gobierno intervencionista y puede aminorar sus efectos negativos si quien lo pone en práctica desde el Ejecutivo es alguien con mentalidad liberal que cree más en la sociedad que no en la preponderancia del poder político sobre todas las cosas", explicó.
REEDICIÓN DEL TRIPARTITO
Hasta conocer los resultados del próximo 1 de noviembre, Piqué dijo preferir no especular sobre la gobernabilidad o con la alternancia política en Cataluña. Eso sí, reiteró que si algo tiene claro respecto del escenario político tras los comicios es que si las PSC, ERC e ICV vuelven a sumar mayoría absoluta, se reeditará el tripartito "gane quien gane" las elecciones.
"La condición necesaria para que no se reedite el tripartito es que las otras dos fuerzas (PP y CiU) sumen, pero ¿eso es condición suficiente para predeterminar posibles alianzas postelectorales? Pues no, pero ya lo veremos el día 2", subrayó el dirigente catalán.
Dicho esto, recordó al candidato de CiU a la Presidencia de la Generalitat, Artur Mas, que se ha convertido en el "penúltimo traicionado" por parte del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
A pesar de que, dijo, hubo un "pacto" entre ellos sobre el Estatut "sin el conocimiento de Maragall, el Parlament y el Gobierno de Cataluña", Mas "se ha dado cuenta de que la otra parte jamás cumple los pactos". Por tanto, se ha convertido en el "penúltimo traicionado" porque "los últimos traicionados han sido La Caixa y Gas Natural", apostilló, en referencia a la entrada de Acciona en el accionariado de Endesa.
IMAGEN "ANTIPÁTICA" DE CATALUÑA
Asimismo, durante su intervención, el presidente del PP catalán reiteró la imagen "antipática" que, en su opinión, está dando la Comunidad Autónoma tras los acontecimientos políticos de las últimas semanas, entre los que, entre otros, citó el apoyo público de Montilla a Rubianes y las críticas vertidas contra el pregón de la escritora Elvira Lindo. En este sentido, señaló que "ésta no es la Cataluña que nos interesa, cerrada a sí misma e intolerante".
Estos hechos aumentan si cabe "la pérdida de prestigio de las instituciones, de la clase política y de la imagen de Cataluña de los últimos tres años", resaltó Piqué, quien nuevamente criticó que los políticos catalanes se hayan centrado durante todo este tiempo "en los temas que les interesan sólo a ellos: el nuevo Estatuto, la nueva división territorial y la nueva ley electoral", y no en los que interesan a los ciudadanos, entre los que enumeró los problemas de la inseguridad y la vivienda, así como la precariedad laboral o la inmigración irregular.
Dado los "disparates" de los últimos tiempos, Piqué justificó que la clase política catalana y las instituciones en general "se hayan ganado a pulso" el desprestigio que poseen en la actualidad. A su juicio, "se ha dinamitado" la admiración hacia la política catalana en virtud de su actuación. Sin embargo, consideró que esto ha sido un objetivo buscado, puesto que hay fuerzas políticas que lo que están buscando es que se "amplíe el foso sentimental entre España y Cataluña".
En su opinión, lo que se está buscando es "la soberanía dentro de un proceso de construcción nacional", algo que, según destacó, "es importante que se combata y que el resto de España ayude en ese empeño".