MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El pleno del Congreso aprobó hoy el Estatut de Cataluña con la única oposición de PP y ERC, aunque por razones bien distintas, y la de la diputada de EA Begoña Lagasabaster, que ya anunció su voto contrario en la Comisión Constitucional. Con 189 votos a favor -PSOE, CiU, PNV, IU-ICV, CC y BNG- 154 votos en contra -PP, ERC y EA- y la abstención de CHA y NaBai, el Congreso remitirá el texto al Senado para proseguir su tramitación en las Cortes. Un aplauso cerrado acompañó la proclamación del resultado, especialmente en la tribuna donde la delegación catalana asistió al debate.
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, fue la encargada de hacer la defensa cerrada del texto por parte del Ejecutivo socialista. Frente a De la Vega, que calificó el Estatut como "la mejor argamasa para el Estado autonómico", el líder del PP, Mariano Rajoy, quien consideró que con su aprobación llega "el principio del fin del Estado tal y como lo diseñaron los españoles". Por su parte, el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, explicó los motivos que llevan a su grupo al rechazo del texto e invitó al Gobierno a "poner en la balanza una reforma con Esquerra" mejorando la reforma con "la oportunidad" que todavía queda en el Senado.
De la Vega comenzó recalcando que el PSOE incluyó en su programa electoral la reforma de los estatutos porque "transcurridos más de 25 años había cristalizado la necesidad" de acometer una modernización de los mismos. "Siempre hemos estado convencidos de las bondades de la descentralización", como forma de "incrementar la participación política de los ciudadanos", explicó De la Vega, que consideró que "el reconocimiento de la singularidad de los pueblos de España ha hecho más fuerte el proyecto común que es España". A continuación, recordó el paso del Estatut por el Congreso, marcado por "el consenso forjado en el debate y la negociación leal y abierta".
"Algunas fuerzas lo tacharon de inconstitucional, que era una reforma de la Constitución, pero el Ejecutivo defendió lo que exige nuestra democracia, abrir las puertas al debate", alegó la vicepresidenta, que señaló que "se ha vuelto a demostrar las bondades del debate parlamentario y su potencia para esclarecer equívocos y deshacer falsedades". "No hay lugar para la añagaza de la quiebra de España", sentenció, argumentando que el Estatut como "producto del más profundo sentimiento democrático" es "la mejor argamasa para cohesionar nuestro Estado".
Durante toda su intervención, De la Vega hizo una defensa cerrada de la constitucionalidad del texto y sus bondades en la mejora del autogobierno. Ahora bien, advirtió que esa mejora del marco competencial y del autogobierno "implica una mayor responsabilidad", pues los ciudadanos van a exigir que "la descentralización política conlleve una mayor calidad de vida". "Tengo la absoluta seguridad que, dentro de muy poco tiempo, los que hayan votado el Estatuto y los que no, tendrán querer todos el honor de haberlo votado", concluyó.
EL FIN DEL ESTADO
"Escribimos sin darnos cuenta una página importante de nuestra historia", comenzó su intervención Rajoy, que consideró preciso "abordar este asunto con seriedad, pero nada más lejos de la realidad, pues nunca habíamos asistido a un espectáculo tan lamentable como el del texto que nos ocupa". El líder del PP volcó sobre el presidente del Gobierno toda la responsabilidad del "espectáculo de frivolidad, indolencia y oportunismo" que a su juicio supone el Estatut, y le acusó de no tener "la vergüenza torera estar hoy en el debate más importante de la legislatura, de subirse a debatir con el líder de la oposición".
Según Rajoy, el Estatut tiene "alma samaritana" pues permite "leer a cada uno lo que le guste o interpretar lo que convenga". "Ni ustedes mismos saben lo que van a aprobar y no se lo reprocho, porque no hay quien lo entienda", proclamó, calificando la reforma de "galimatías" y "embrollo". Además, el líder del PP volvió a argumentar que el Estatut "es objetivamente inconstitucional" y que establece un modelo de relación bilateral Generalitat-Estado que supone modificar el modelo de Estado. "Están creando una confederación a la chita callando", consideró Rajoy, quien añadió que "estamos en el principio del fin del Estado tal y como los españoles lo diseñaron en 1978".
Para el presidente de los populares, el "mayor error" es que Zapatero ha roto el consenso que, según Rajoy, había reinado la política española hasta la llegada del presidente socialista.
"Ustedes tienen la responsabilidad de este colosal disparate, el peor que se ha hecho desde 1978", concluyó el líder del PP. En su turno de réplica, volvió a la carga y advirtió a Zapatero que "está jugando con fuego", pues el líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, está muy pendiente de cómo se actúe en el término nación para "hacer o no hacer en Euskal Herria". De hecho, le recordó una entrevista en la que el líder de la izquierda abertzale definió a Zapatero como "el primer presidente de la Historia de España que ha reconocido o admitido que una parte de su país es otra nación".
SEPARATISTAS Y SEPARADORES
El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, comenzó su intervención asegurando que "el incremento del autogobierno equivalente al incremento de la libertad". Aunque aseguró que el Estatut no copa sus aspiraciones de autogobierno, el convergente garantizó la lealtad de la federación al texto durante una generación. Así, defendió las bondades del texto en cuanto a mejora del sistema de financiación y competencias, al tiempo que aseguró que "quienes lo critican tardarán muy poco en intentar reproducir exactamente lo mismo en sus comunidades".
"No somos ni peores ni mejores que otros pueblos del Estado. Somos lo que somos y podemos compartir un proyecto común con ustedes", sostuvo Duran i Lleida para defenderse de las acusaciones de separatismo a Cataluña, al tiempo que recriminó al PP que "hay más separadores en España que separatistas en Cataluña". El dirigente democristiano, en su turno de réplica, aseguró que el Estatut aprobado atiende a los cuatro retos que Cataluña se había planteado y que había expuesto Joan Puigcercós en su primer turno. El portavoz de ERC consideró que la reforma no solucionaría cuatro problemas: deslocalización industrial, inmigración, las necesidades de los jóvenes y la identidad catalana.
"Este sería un buen Estatuto para una región de España, pero no para una nación de Europa" y por ello y lo anterior, Puigcercós invitó al Gobierno a aprovechar "la oportunidad" del Senado para introducir mejoras y "no cerrar en falso" la reforma. Sin éxito, el republicano buscó un compromiso de los socialistas para "cerrar el conflicto durante un tiempo razonable", pues, según Puigcercós, en "tres, cuatro o cinco años", el sistema de financiación se habrá visto superado. Una opinión completamente contraria a la defendida por Joan Herrera, de ICV, para quien el Estatut "satisface las necesidades de Cataluña como país" y abrirá "una nueva etapa" en el conjunto del Estado.
SE HAN CONSEGUIDO "CON CRECES" LOS OBJETIVOS
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy, a su salida del Congreso de los Diputados tras la aprobación del dictamen del 'Estatut' catalán en el Congreso de los Diputados para su remisión al Senado, que se han conseguido "con creces" los objetivos de cuando el proyecto entró en la Cámara.
El jefe del Ejecutivo realizó estas afirmaciones tras la votación nominal que tuvo lugar en el Congreso. Zapatero no intervino en el debate de hoy y la representación del Ejecutivo en el Pleno la asumió la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.