Espera que la IA "repruebe" estos hechos y "abjure a que este tipo de elementos vuelvan a producirse en la sociedad vasca"
BILBAO, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Relaciones Institucionales del PNV, Koldo Mediavilla, ha atribuido el vandalismo que se produjo el pasado lunes en Bilbao, con motivo de la Cumbre Económica Mundial, a grupos de "inadaptados sociales" que existen "en todas partes", pero que en Euskadi "han tenido un caldo de cultivo" con la violencia de ETA. Además, ha señalado que espera que la izquierda abertzale "repruebe" estos hechos y "abjure a que este tipo de elementos vuelvan a producirse en la sociedad vasca"
En una entrevista concedida a Herri Irratia-Radio Popular, Mediavilla ha afirmado que la crítica que pueda suscitar un foro como el que se celebró el pasado lunes en el Museo Guggenheim "es legítima" y puede hacerse "de forma pacífica y democrática", y ha señalado que "algunos no tenían esa intención" de generar incidentes porque, "desde el fin de la actividad armada de ETA", los actos violentos en las calles había prácticamente desaparecido.
"Y da la sensación de que ese grupo de inadaptados sociales, que existe en todas partes, pero que aquí ha tenido un caldo de cultivo superior porque, parece ser que, para algunos, la actividad violenta era un plus que ejercitar", ha apuntado.
De esta forma, ha destacado que "ha habido un grupo de inadaptados sociales dispuestos a romper la convivencia y todo lo que pasaba en sus manos". "Espero que esta situación no vuelva a acontecer. Probablemente, no sea así, desgraciadamente", ha apuntado.
En este sentido, ha señalado que ahí quisiera ver "actitudes como la de la izquierda abertzale, que ha mantenido y mantiene en sus propios estatutos y públicamente, que ha optado directamente por las vías políticas, pacíficas y democráticas", y ha afirmado que ya no quiere hablar de condena, pero sí de "reprobación y de abjurar a que este tipo de elementos vuelvan a producirse en la sociedad vasca".
Sobre la postura de Bildu del Ayuntamiento de Bilbao, que no se sumó a la condena unánime del resto de grupos a los actos vandálicos, y después, EH Bildu se desmarcara de ellos en un comunicado, aunque pidiera la libertad de los detenidos, ha señalado que "es parte de las contradicciones que en todo ese mundo se suscita".
"Aquí hay que ser contundentes. Quien rompe, la tiene que pagar y todo ese tipo de actuaciones es impropio de un Estado de Derecho. Y aquí no vale el argumento de la causa-efecto. No porque viniera Christine Lagarde (presidenta del FMI) está permitido que alguien destroce las lunas del escaparate o irrumpa en una entidad bancaria amedrentando a todo el público asistente", ha añadido.
En este sentido, ha dicho que ahora ha sido la Cumbre de Bilbao, "pero mañana puede ser cualquier otra la excusa que dé origen a acciones de violencia injustificables, intolerables e inasumibles". "¿Alguien puede pensar que la 'Donostia capital cultural de 2016, mientras que el alcalde recibe a los mandatarios europeos de turno, esté quemando las calles en San Sebastián? Pues no", ha apuntado.
El dirigente jeltzale ha señalado que, "en primer lugar, porque la hipótesis va a ser imposible porque ya en 2016" confía y espera que el regidor de la capital guipuzcoana no sea de Bildu. "Pero, bueno, eso lo decidirá la propia ciudadanía", ha subrayado.
A su juicio, en Euskadi "todavía hay muchos 'tics' del pasado" porque se viene "de una etapa de violencias, porque se ha soportado la violencia de una dictadura franquista durante muchos años, que nos ha mantenido pisados democráticamente y humillados", y también se ha soportado "la violencia de quienes decían actuar en nombre del pueblo vasco asesinando, extorsionando y amenazando a mucha gente en este país".
"Eso va a ser muy difícil de solventar. El cese de una actividad armada se puede dar en un momento dado, la desaparición de una estructura militar también, pero las barreras mentales que vienen a decir: 'yo impongo mi criterio', no va a acabar en mucho tiempo", ha subrayado.
A su entender, se va a necesitar "mucho tiempo para poder hacer desaparecer los 'tics' totalitarios, pero es cuestión de normalizar la actividad política de diálogo, de comprensión, de reconocimiento de los fracasos y del daño injusto causado por parte de unos, y quizá también de otros, y buscar una reconciliación que a nuestros hijos y nietos les permita vivir en una Euskadi completamente distinta, pero todavía tardaremos tiempo", ha concluido.
SENSACIÓN DE DESPROTECCIÓN
El dirigente jeltzale ha apuntado que "es evidente que hay determinadas personas" que hayan podido sentir miedo y que no se hayan sentido protegidas por la Ertzaintza. No obstante, ha realizado una apelación para que se espere a la comparecencia de la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, en el Parlamento vasco, por petición propia y con carácter de urgencia, "para ver y conocer, de primera mano, cuáles fueron los operativos y los objetivos que se plantearon de cara al sostenimiento de la seguridad ese día".
Tras admitir que ha habido una determinada "sensación de falta de protección", ha insistido en que "aquí hubo un grupo de personas determinadas, de inadaptados sociales, que decidieron que ese día, sí o sí, iban a violentar la convivencia y la paz en Bilbao". "Se lo propusieron y los hicieron", ha apuntado.
A su juicio, "por mucha Policía que pueda incorporarse a la calle y por muchos sistemas de seguridad que se puedan plantear, ése es un hecho que, muchas veces, es imposible de controlar".
"Tampoco quiero justificar absolutamente nada, pero decir que, más allá de la crítica que pueda suscitar un acto como el que se celebró el pasado lunes en el Guggenheim, que es legítima y que ojalá todos tengamos, las críticas están para hacerse de forma pacífica y democrática", ha indicado.
