BILBAO, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, tiene muy claro que es ETA quien debe dar el paso definitivo para que se abra un proceso de paz en el País Vasco. "Tiene la llave", dijo, y por eso se mostró convencido de que sólo habrá un marco de diálogo entre la banda terrorista y el Gobierno cuando los terroristas den "señales inequívocas" de que desean hablar. "No podemos marear la perdiz ni permitir que nadie nos confunda en estrategias de tinta de calamar. A ETA le corresponde abandonar de forma definitiva la violencia, incluyendo las amenazas y el chantaje a las personas", dijo.
Imaz cree que hay elementos que apuntan a ese final dialogado de la violencia, pero apeló a "la prudencia debida" en estos casos. Uno de los elementos que favorecería el proceso, según el máximo dirigente del PNV, es el diálogo sin exclusiones ni condiciones que deben poner en marcha los partidos vascos. En esa mesa de diálogo, el PNV volverá a poner el Plan Ibarretxe, pero también anunció que buscará mayor consenso que en la ocasión precedente. Imaz admite, en todo caso, que el nuevo marco debe superar el apoyo que recibió el Estatuto de Gernika.
Para el PP, que el PNV vuelva a hablar del Plan Ibarretxe demuestra que el apoyo del PSE a los Presupuestos vascos para 2006 "ha servido como aval" al proyecto soberanista del lehendakari.
Carmelo Barrio, secretario general de los populares vascos, cree que el PSE ha "apuntalado" este Plan. "Poco tiempo ha durado la ficción en la que nos han querido introducir los socialistas. A los dos días de que se jactasen de que habían apoyado unos presupuestos por el bien del país, el portavoz parlamentario y el presidente han asegurado que son unas cuentas para la defensa del Plan Ibarretxe", dijo.