El PNV insiste en que los derechos históricos que recoge la Constitución son "preexistentes" a la Carta Magna

MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del PNV, Iñigo Urkullu, insistió hoy en que los derechos históricos que pertenecen al pueblo vasco y que recoge la Constitución española son "preexistentes a la propia Constitución". En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, añadió que, en ese sentido, los nacionalistas son "fieles" a la historia de los territorios que conforman el pueblo vasco, hoy "dividido en tres ámbitos jurídico administrativo".

Además, subrayó la necesidad de "respetar la voluntad de los vascos para dar solución a ese problema político que viene ya desde hace ya bastantes años, tantos como 167 años de historia". En este sentido, amplió en declaraciones a Punto Radio no estar "en absoluto" de acuerdo con las recientes declaraciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre que la cuestión de la autodeterminación del País Vasco no está en el debate.

Preguntado sobre qué les diría a las víctimas del terrorismo de ETA en este momento, respondió que reconocería ante ellas "de manera autocrítica que quizás" el PNV no ha tenido "la mirada" que tenía que tener hacia las víctimas, a las que hay que reconocerles el "sufrimiento y el horror padecido".

Sin embargo, precisó que "corresponde a las formaciones políticas hablar de lo que tiene que ser el futuro político y que luego sean los ciudadanos quienes refrenden los proyectos políticos de cada formación".

REUNIÓN CON OTEGI

Urkullu avanzó por otra parte a RNE que el planteamiento con el que acudirá el lehendakari a su reunión de este miércoles con los dirigentes de Batasuna Arnaldo Otegi y Pernando Barrena "es el mismo que se ha mantenido con el resto de formaciones políticas, salvo con el Partido Popular, que se ha autoexcluido una vez más de esa ronda de contactos iniciada por el lehendakari".

El portavoz del PNV criticó que, bajo su punto de vista, el PP siga en el País Vasco con la dinámica de "no reconocer ni siquiera la figura institucional del lehendakari por el hecho de que se pueda hablar con una representación de una sensibilidad política como es la autodenominada izquierda abertzale".

Urkullu defendió que estos encuentros con otras fuerzas políticas sirven para "tomar un poco el pulso de lo que cada formación política entiende en relación al anuncio del alto el fuego permanente por parte de ETA".

Preguntado si éste sería el momento de plantear exigencias a Batasuna, contestó que esas exigencias "son las que la propia Batasuna se dio para sí misma" con la declaración de Anoeta en noviembre de 2004, es decir, reconocer que "corresponde a las formaciones políticas el hablar de los problemas políticos y no tanto a lo que haya sido el espíritu de ETA durante tantos años de pretender tutelar la vida política".

En el día en que se cumplen dos años de legislatura del actual Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, Urkullu valoró las reformas sociales emprendidas y la apuesta por un fin dialogado de la violencia, pero destacó que en estos dos años queda "una mancha muy negra", en alusión al rechazo del Congreso a admitir a trámite el Plan Ibarretxe.