La población extranjera censada en las islas asciende a 222.260 personas, el 11,3 por ciento de la población de Canarias

Actualizado: jueves, 8 junio 2006 18:56

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 8 Jun. (EP/IP) -

La consejera de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias, Marisa Zamora, anunció hoy que los extranjeros censados en las islas ascienden a 222.260 personas, lo que significa el 11,3 por ciento de la población del archipiélago. En Fuerteventura y Lanzarote está situación de dispara de manera notable, porque representa, respectivamente, el 23,7 por ciento y el 22,5 por ciento de la población de estas dos islas orientales. De esos 222.260 extranjeros, 149.000 son laboralmente activos y 18.600 parados, explicó la consejera, quien destacó que Canarias es la cuarta comunidad autónoma en tasa de actividad.

Zamora expuso que el Gobierno de Canarias está preocupado por el aumento poblacional y su repercusión en el mercado laboral, y prevé, citando datos del ISTAC, que la población en las islas aumente a dos millones y medio de personas en 2020. La consejera recurrió a las estadísticas para advertir de esta situación, al desvelar que desde el 2000 se incrementa año tras año en 50.500 el número personas en Canarias, cuando el crecimiento vegetativo debería rondar las 6.600 al año, observó.

La consejera hizo estas manifestaciones en la comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del parlamento, donde compareció a propuesta de Coalición Canaria (CC) para explicar la entrada de emigrantes comunitarios y extracomunitarios al archipiélago y su incidencia en el mercado laboral.

Actualmente, la población extranjera censada en Canarias es del 11,3 por ciento, cuando en el resto de España llega al 8 por ciento, anunció la consejera, que explicó que un gran número de los foráneos que buscan empleo en el archipiélago son europeos atraídos por el proceso de liberalización del mercado de trabajo y escogen Canarias porque "nuestra economía está marcada fundamentalmente por el sector turístico".

La consejera reconoció que el estudio sobre la entrada de emigrantes comunitarios y extracomunitarios es "obligatoriamente sesgado", ya que no incluye a los que llegan en situación irregular ni a los que entran con visado de turista pero, una vez agotado el periodo de su estadía, pasan a situación irregular.

Al respecto, indicó que "fuera de la oficialidad de los datos, se trata de un flujo de personas que trabajan en la economía sumergida con un alto grado de influencia en el mercado de trabajo ya que, desde finales de la década de los 90, han ido adquiriendo una nueva dimensión, y su papel se ha hecho más relevante en el cambio social que vive Canarias, debido a la heterogeneidad de sus orígenes y a su extensión por todo el archipiélago. A ello ha ayudado la favorable coyuntura económica de las islas en los últimos años".

Para el portavoz del grupo parlamentario de Coalición Canaria (CC), José Miguel González, lo más importante en una economía "no es el paro sino los puestos de trabajo que se crean", y criticó a la inmigración clandestina porque no cumple las normas de la legalidad y se mueve fuera del mercado normal de trabajo, fomenta la economía sumergida y niega al trabajador su derecho a protestar.

González señaló que la inmigración clandestina contribuye también a "deprimir los salarios de los canarios", y si bien recalcó que su grupo no está en contra de la inmigración, siempre y cuando sea legal, sí arremetió contra la ilegal, por lo que supone de abuso.

La diputada del grupo parlamentario socialista canario, Manuela Armas abogó, tras recordar que el Gobierno de Zapatero apuesta por políticas activas de integración, a una mayor movilidad de trabajadores entre islas y a la formación entre los parados para evitar el fenómeno actual que produce que en aquellas islas donde menos ha crecido la población, como Gran Canaria, "el paro sube, y en las que más, no".